Hoy, la ONG Humanitarian Monitoring of Bwito se pronuncia para concienciar y pedir ayuda a miles de hogares que han regresado a la región de Kanyabayonga, situada en Kivu del Norte. Este anuncio se produce en un contexto en el que unas 100.000 familias se encuentran necesitadas, asentadas entre el territorio de Lubero y el de Rutshuru.
La precaria situación de estos hogares retornados provocó la alerta de la ONG Vigilancia Humanitaria de Bwito, que pone de relieve las privaciones en las que se encuentran estas familias. De hecho, tras el avance del M23 en el sur de Lubero, estas poblaciones se vieron obligadas a abandonar sus pueblos para refugiarse en otros lugares. Ahora se enfrentan a condiciones de vida inhumanas, habiendo perdido sus bienes esenciales y sus hogares destruidos por actos de violencia.
Se teme que no se pueda respetar el período de tregua humanitaria recomendado por Estados Unidos, lo que podría empeorar la ya precaria situación de estas familias vulnerables. Además, la persistente inseguridad en la región impide que estas personas regresen a sus actividades agrícolas, privándolas así de sus medios de subsistencia.
Esta situación de emergencia no deja indiferentes a las ONG humanitarias, que se ven incapaces de intervenir eficazmente para ayudar a estas poblaciones en apuros. La necesidad de una acción rápida y coordinada es más esencial que nunca para satisfacer las necesidades esenciales de estas familias que regresan.
En resumen, la crisis humanitaria que enfrenta la región de Kanyabayonga y sus alrededores exige solidaridad y movilización de la comunidad internacional. Es esencial ayudar a estos hogares retornados, brindarles apoyo material, financiero y psicológico para apoyarlos en su reconstrucción y reintegración social. Existe una necesidad urgente de actuar, y sólo una respuesta colectiva y concertada puede aliviar el sufrimiento de estas poblaciones vulnerables.