El reciente incidente ocurrido en Goma, en el que un soldado de las FARDC abrió fuego mortal en el distrito de Mugunga, conmovió profundamente a la población local y provocó reacciones violentas. Bajo los efectos del alcohol, este soldado inició un trágico tiroteo que costó la vida a una niña inocente e hirió a una anciana, provocando el pánico entre los vecinos del barrio.
Los testimonios indican la violencia indiscriminada del acto, ya que el soldado inicialmente apuntó a una señora que había rechazado sus insinuaciones, pero las balas alcanzaron a otras víctimas inocentes. La reacción espontánea de la multitud enfurecida resultó en un brutal linchamiento del tirador, que fue lapidado hasta la muerte. El escenario de la justicia popular pone de relieve el clima de miedo y de ira que reina entre las comunidades desplazadas de Goma, ya debilitadas por la guerra y los conflictos.
Esta tragedia plantea muchas preguntas sobre la seguridad de la población civil y el estado de las fuerzas de seguridad en la República Democrática del Congo. La identificación del soldado bajo el sobrenombre de «Satanás 2» revela una situación alarmante en la que soldados borrachos deambulan libremente en los campos de desplazados internos, amenazando las vidas de los más vulnerables.
Los desplazados de Lushagala, aún conmocionados, expresan su consternación y desesperación ante esta violencia que los persigue incluso en sus lugares de refugio. La exigencia de la sociedad civil de una aplicación estricta de la medida que prohíbe el acceso de hombres armados a los lugares de los desplazados es ahora de crucial importancia para garantizar la seguridad y la protección de las poblaciones civiles.
A falta de una reacción oficial de las autoridades militares locales, es urgente implementar medidas concretas para evitar tragedias de este tipo en el futuro. La tragedia de Goma sirve como recordatorio de la absoluta necesidad de garantizar la seguridad y la dignidad de las personas desplazadas, que ya han sufrido tanto por el conflicto y la violencia en la República Democrática del Congo.