Fatshimetrie, 15 de julio de 2024. La situación sanitaria en Kananga, en la provincia de Kasaï Central, en la República Democrática del Congo, es alarmante. De hecho, el consumo de agua contaminada expone a la población local a múltiples enfermedades transmitidas por el agua, como fiebre tiroidea, gastroenteritis y amebiasis intestinal. Estas enfermedades son muy graves entre los habitantes de Kananga, poniendo en peligro su salud y bienestar.
El Movimiento Ciudadano por el Cambio (Lucha) lanzó recientemente una petición dirigida a la Autoridad de Distribución de Agua (Regideso) para denunciar esta preocupante situación. Firmada por el punto focal de la Lucha, Benjamin Kapena, la petición destaca las desastrosas consecuencias del consumo de agua contaminada para la población local. Además de las enfermedades, la petición también destaca casos de violencia sexual, principalmente contra mujeres y niñas que se ven obligadas a acudir a las fuentes de agua de madrugada.
Además, Lucha du Kasaï Central también informó de frecuentes empujones y peleas en las fuentes de agua, ya sean urbanizadas o no. Estos incidentes ilustran la desesperación y la vulnerabilidad de los habitantes de Kananga, obligados a luchar para acceder a un recurso vital en condiciones precarias.
Ante esta situación de emergencia, la autoridad provincial de Kasai Central solicitó la intervención de Regideso para reparar la estación captadora de agua de Tshibashi, situada a 8 kilómetros del centro de la ciudad de Kananga. El despliegue de un equipo de técnicos a principios de semana demuestra la movilización de las autoridades para resolver este problema crucial y garantizar el acceso al agua potable a la población.
Es esencial que se tomen rápidamente medidas concretas para garantizar la seguridad del agua en Kananga y prevenir la propagación de enfermedades transmitidas por el agua. La salud y el bienestar de las personas en la región dependen de la calidad del agua que consumen, y es imperativo que se implementen soluciones sostenibles para garantizar su seguridad sanitaria a largo plazo.
En conclusión, la crisis sanitaria relacionada con el consumo de agua contaminada en Kananga es un problema urgente que requiere una acción inmediata y concertada por parte de las autoridades y organizaciones competentes. La salud y la vida de las personas en la región están en juego, y es nuestra responsabilidad colectiva garantizar su acceso a agua limpia y segura para salvaguardar su bienestar y su futuro.