En el centro de la escena política nigeriana, una decisión reciente de la Corte Suprema bien podría revolucionar la asignación de fondos gubernamentales. De hecho, el 11 de julio de 2024, el tribunal más alto ordenó al gobierno federal pagar asignaciones directamente a los consejos locales, sacándolos así de la influencia de los gobernadores estatales. Esta nueva orientación tiene como objetivo fortalecer la autonomía de las autoridades locales y promover su desarrollo sin interferencias excesivas de las autoridades regionales.
Sin embargo, aunque muchos nigerianos parecen acoger con agrado esta medida, se están escuchando algunas voces disidentes. Entre ellos, el de Ayo Fayose, ex gobernador, que expresa reservas sobre la viabilidad de esta autonomía de los gobiernos locales. Según él, hay varias razones por las que esta implementación podría enfrentar grandes dificultades.
En primer lugar, Fayose destaca que la estrecha relación entre los gobernadores y los presidentes de los consejos locales es inseparable. De hecho, cree que ningún individuo podría acceder al cargo de presidente del consejo local sin el apoyo político del gobernador. Así, destaca el estrecho vínculo entre estas dos entidades y subraya que su separación podría comprometer la eficacia de la administración local.
Además, el exgobernador destaca el papel de las legislaturas estatales en la regulación de las actividades de los ayuntamientos. Según él, esta supervisión ejercida por las autoridades regionales podría obstaculizar la independencia de las autoridades locales y limitar su capacidad para tomar decisiones autónomas.
Finalmente, Fayose advierte de los riesgos de malversación de fondos que podrían derivarse de esta mayor autonomía de los gobiernos locales. Destaca que el bajo rendimiento y el ausentismo observado en muchas administraciones locales podrían verse exacerbados por esta nueva situación, poniendo en peligro la eficacia de la gobernanza local.
En resumen, si bien la autonomía de los gobiernos locales parece ser un paso hacia una gobernanza más descentralizada y transparente, es importante tomar en consideración los desafíos y ajustes necesarios para asegurar su éxito. Los debates en torno a esta cuestión prometen animar la escena política nigeriana en los próximos meses, proporcionando un terreno fértil para la reflexión y la acción para una gobernanza local más eficaz y participativa.