**Barreras de control vial en la RN1 entre Kenge y Kinshasa: hacia una reforma necesaria**
La multiplicación de las barreras de control vial en la carretera nacional número 1 entre Kenge y Kinshasa, denunciada por el marco de consulta de la sociedad civil de Kwango, plantea preguntas cruciales sobre el impacto de estas medidas en los usuarios de la vía. Si bien estas barreras se erigieron en el contexto de la seguridad nacional ante la supuesta agresión de Ruanda contra el país, está claro que se han convertido en una fuente de molestias indebidas para los viajeros.
Symphorien Kwengo, vicepresidente del marco de consulta de la sociedad civil de Kwango, destaca la carga que representan estos diecisiete puestos de control en una distancia de casi 260 kilómetros. Los registros sistemáticos y las exigencias arbitrarias de pago impuestas a los pasajeros del transporte público o de los vehículos privados crean una situación de estrés y malestar injustificados. Más allá de las preocupaciones legítimas de seguridad, existe una necesidad urgente de repensar estas prácticas que afectan el flujo del tráfico y la calidad de la experiencia de viaje de los ciudadanos.
Es alentadora la reacción del Viceprimer Ministro y Ministro de Defensa Nacional, Guy Kabombo Muadiamvita, que se comprometió a examinar de cerca la situación. Es imperativo encontrar una solución duradera que concilie los requisitos de seguridad y el respeto de los derechos de los viajeros. Las medidas de control deben racionalizarse, armonizarse y justificarse para evitar cualquier forma de abuso y abuso.
Es esencial establecer un marco regulatorio claro y transparente para regular las operaciones de control de carreteras, involucrando a las partes interesadas y promoviendo un enfoque colaborativo entre las autoridades y la sociedad civil. El objetivo es garantizar la seguridad de los ciudadanos preservando su dignidad y libertad de circulación.
En conclusión, la situación actual de las barreras de control vial en la RN1 entre Kenge y Kinshasa exige una reforma profunda, basada en la consulta, la responsabilidad y el respeto de los derechos fundamentales de los ciudadanos. Es hora de actuar para mejorar la calidad de vida de las personas que utilizan esta ruta crucial y fortalecer la confianza entre las autoridades y la población.