En el centro de los recientes acontecimientos en Kenia, el panorama político está marcado por la firme oposición de la coalición liderada por el veterano Raila Odinga a cualquier posibilidad de coalición con el gobierno, tras las recientes protestas contra los impuestos que resultaron en la muerte de al menos 40 personas. .
Desde el inicio de las protestas el 18 de junio, exigiendo la destitución de los ministros del Gabinete por su incompetencia, corrupción y ostentación mientras la población sufre una crisis económica sin precedentes, el clima político ha empeorado. Las tensiones aumentaron cuando los manifestantes invadieron el parlamento el 25 de junio, tras la adopción por parte de los legisladores de una ley fiscal que conllevaba impuestos más altos, provocando una reacción violenta de las fuerzas del orden, que dispararon y provocaron la muerte de varias personas.
En este contexto, Raila Odinga abogó por el diálogo entre los diferentes actores, incluidos los jóvenes manifestantes que se reivindican como la generación Z. Sin embargo, estos últimos rechazaron las discusiones llevadas a cabo por Odinga y el presidente Ruto, considerando que no eran útiles a sus intereses sino a los del gobernante. clase. Por eso ahora piden la dimisión del presidente Ruto.
Mientras tanto, la policía de Kenia ha prohibido nuevas manifestaciones en el distrito comercial central de Nairobi, citando una falta de organización entre los grupos de manifestantes que operan sin una estructura o un líder claramente identificado.
Estos acontecimientos ponen de relieve las profundas tensiones políticas y sociales que sacuden a Kenia, poniendo de relieve las desigualdades, las injusticias y las aspiraciones de las generaciones más jóvenes de un futuro más justo y equitativo. Queda por ver cómo responderán las autoridades y los actores políticos a estos desafíos y si será posible encontrar soluciones pacíficas para salir de esta crisis que sacude al país.