Isiro, 19 de julio de 2024 – La ciudad de Isiro está sumida en una profunda tristeza tras la muerte de monseñor Julien Andavo Mbia, eminente obispo de la diócesis de Isiro-Niagara. La emoción es palpable mientras su cuerpo es repatriado a Isiro, tras su muerte el 15 de julio en Durba, en Alto Uélé, en el noreste de la República Democrática del Congo.
La llegada de los restos mortales de monseñor Julien Andavo Mbia al aeropuerto nacional de Matari fue un momento emotivo. Recibida por el administrador apostólico de la diócesis, monseñor Dieudonné Madrapile, la ceremonia de recepción estuvo marcada por la meditación y el respeto. Las autoridades locales, los dignatarios tradicionales, los representantes religiosos y muchos fieles de la Iglesia católica quisieron rendir un último homenaje al obispo fallecido.
La bendición del cuerpo de monseñor Julien Andavo Mbia tuvo lugar en el aeropuerto, antes de que sus restos mortales fueran transportados a la Catedral de Santa Teresa del Niño Jesús en Kinkole, donde se celebrará su funeral este sábado. El homenaje a este gran hombre de fe estuvo marcado por la presencia de autoridades políticas y religiosas, dando testimonio del importante lugar que ocupó en la comunidad.
Mons. Dieudonné Madrapile, nuevo administrador apostólico de la diócesis de Isiro-Niagara, expresó su agradecimiento a todas las personas que vinieron a rendir un último homenaje a monseñor Julien Andavo Mbia. En estos momentos dolorosos, la oración y la solidaridad son baluartes de consuelo para la comunidad católica de Isiro-Niagara, que lamenta la pérdida de un guía espiritual ejemplar.
Más allá de las ceremonias oficiales, es la memoria de un hombre excepcional, devoto de su fe y de su comunidad, la que quedará grabada en la memoria. Monseñor Julien Andavo Mbia deja un legado de compasión, sabiduría y dedicación que seguirá inspirando a todos aquellos que lo conocieron y amaron.
En estos momentos de duelo, la comunidad de Isiro se une para rendir solemne homenaje a un hombre de Dios que marcó corazones y mentes con su bondad y generosidad. Monseñor Julien Andavo Mbia será recordado para siempre como una figura emblemática de fe y compromiso al servicio de los demás. Que su alma descanse en paz.