Fatshimetria
En el corazón de los campos de desplazados que rodean la ciudad de Goma, la mala salud está adquiriendo proporciones alarmantes, agravando los problemas ya existentes relacionados con la nutrición. El doctor Didier Buingo, miembro del activo grupo Goma, da la voz de alarma sobre la crítica situación que enfrentan los más vulnerables en estas comunidades: niños, mujeres embarazadas y ancianos.
Los testimonios recogidos ponen de relieve el impacto devastador de las condiciones de vida insalubres en la salud de los residentes de los campos. Los niños, en particular, son las primeras víctimas de esta higiene defectuosa y padecen dermatosis, infecciones urogenitales y otras enfermedades relacionadas con la suciedad circundante. Es alarmante observar que ni siquiera los más jóvenes, de dos o tres años, se libran de estas condiciones precarias.
Ante esta situación de emergencia, el activo grupo Goma, formado por voluntarios dedicados, incluidos médicos y enfermeras, se está movilizando para proporcionar ayuda médica esencial a estas poblaciones desplazadas. A través de sesiones de campo e intervenciones específicas, intentan aliviar el sufrimiento de los más desfavorecidos brindándoles atención esencial. Al mismo tiempo, coordinan los traslados de los casos más graves a centros de salud mejor equipados para brindar una atención adecuada.
Sin embargo, las acciones de estos voluntarios chocan con los límites de sus medios y exigen una intervención más amplia de las autoridades gubernamentales. El doctor Didier Buingo pide el establecimiento de un paquete mínimo de atención primaria de salud en los campos de desplazados, con el fin de garantizar un acceso equitativo e inmediato a los servicios de salud para esta población vulnerable.
El activo colectivo Goma encarna la esperanza y la solidaridad en acción en medio de una crisis humanitaria en curso. Al seguir a más de 200 pacientes desde abril de 2024, demuestran un compromiso inquebrantable con la salud y el bienestar de las personas desplazadas. Su dedicación demuestra la necesidad de una respuesta colectiva y concertada para satisfacer las necesidades urgentes de estas comunidades en dificultades.
En conclusión, es imperativo que se adopten medidas concretas para mejorar las condiciones de vida y de salud de los desplazados en Goma. Ya no se puede ignorar la precariedad sanitaria que aqueja a estos campos, y es nuestro deber actuar con eficacia y solidaridad para proporcionar ayuda inmediata a quienes más lo necesitan. Ha llegado el momento de convertir las palabras en hechos y ofrecer a los más vulnerables la dignidad y el respeto a los que tienen derecho.