El camino maldito: un llamamiento desesperado de los habitantes de la provincia de Tshopo

Los habitantes de la provincia de Tshopo, más precisamente los que utilizan la carretera que une Kisangani con Ubundu, expresan su profunda frustración por el desastroso estado de esta carretera. Con una longitud de 125 kilómetros, esta carretera se ha convertido en una auténtica carrera de obstáculos, salpicada de múltiples atolladeros intransitables y baches amenazadores.

Los usuarios de la vía, obligados a utilizar únicamente motocicletas para recorrer este camino degradado, dan testimonio de las dificultades que encuentran a diario. Jonathan Sulubika, acostumbrado a esta ruta, describe un viaje de seis a diez horas para una distancia que normalmente debería recorrerse mucho más rápido.

Esta alarmante observación no sólo tiene repercusiones en el movimiento de personas, sino que también impacta el suministro de bienes esenciales en la ciudad de Ubundu. De este modo, los comerciantes se ven obstaculizados en sus actividades, privando a la población de sus necesidades básicas.

Ante esta crítica situación, el ferrocarril aparece como una alternativa para conectar Kisangani con Ubundu. Sin embargo, las recurrentes averías de las locomotoras y el deterioro de los rieles minan esta posibilidad de transporte, agravando las dificultades de abastecimiento y movilidad de los habitantes de la región.

Las autoridades locales y nacionales están siendo desafiadas por los usuarios de esta carretera, así como por los habitantes de Ubundu, que instan a la rehabilitación de esta vía vital para el desarrollo socioeconómico de la región. La rehabilitación del eje viario Kisangani-Ubundu parece ser una prioridad absoluta para garantizar la fluidez de los intercambios comerciales y el bienestar de las poblaciones atendidas.

En este momento en que la conectividad y la accesibilidad a las infraestructuras son cuestiones cruciales para el desarrollo de las regiones, es imperativo actuar rápidamente para restablecer el tráfico en esta carretera esencial y permitir a los habitantes de la provincia de Tshopo encontrar un entorno de vida más sereno y próspero.

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