El cuidado de los ancianos en hospicios públicos de la provincia de Tshopo: un llamado a la responsabilidad gubernamental y la solidaridad social

Fatshimetrie, 23 de julio de 2024 – La cuestión del cuidado de las personas mayores en hospicios públicos en la provincia de Tshopo, en la República Democrática del Congo, suscita grandes preocupaciones sobre la responsabilidad gubernamental y la solidaridad social.

Desde 1975, el apoyo financiero del gobierno a estos hospicios ha sido cortado, dejando a muchas personas mayores sin el apoyo que necesitan para vivir con dignidad. La situación es preocupante, con la alarmante observación de que algunos hospicios han tenido que cerrar sus puertas, obligando a los residentes ancianos a verse abandonados a su suerte en las calles.

Gérard Lifenya Basosila, jefe de la división provincial de residencias para ancianos, destacó el surgimiento de iniciativas de las ONG y de las iglesias locales para intentar llenar este vacío dejado por el Estado. Estas organizaciones brindan asistencia alimentaria y de vestimenta esencial a los residentes de cuidados paliativos, pero está claro que se necesitan medidas gubernamentales más sostenibles para garantizar el bienestar de las personas mayores.

El profesor Jean-Claude Mulongo, sociólogo de la Universidad de Kisangani, insiste en la importancia de considerar a las personas mayores como una prioridad social. De hecho, estas personas han contribuido significativamente a la sociedad y merecen el apoyo adecuado para vivir sus últimos años con dignidad.

La jornada del 23 de julio, dedicada a los abuelos y a las personas mayores, nos recuerda la importancia de no olvidar a quienes construyeron nuestras sociedades. El tema elegido este año, “En mi vejez, no me abandonéis”, subraya el apego y el respeto que debemos tener hacia nuestros mayores.

Es urgente que el gobierno de la República Democrática del Congo revise su política en materia de atención a las personas mayores y proporcione los recursos necesarios para garantizar su bienestar. Es necesario fortalecer las asociaciones con ONG e instituciones locales para brindar apoyo a largo plazo a quienes han dado tanto a la sociedad.

En conclusión, es fundamental reconocer el valor y la necesidad de una atención adecuada a las personas mayores en nuestra sociedad. El respeto y la solidaridad hacia nuestros mayores deben estar en el centro de nuestras acciones, para garantizar un envejecimiento digno y respetuoso para todos.

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