El 23 de julio se celebra la Revolución Egipcia de 1952, poniendo de relieve el papel activo de Egipto a nivel árabe y africano, así como sus importantes contribuciones a la defensa de los derechos e intereses de los países del Sur en todos los continentes. El presidente Abdel Fattah al-Sisi subrayó este compromiso durante su discurso de conmemoración del 72º aniversario de este acontecimiento histórico.
En el centro de su discurso, el Presidente Sissi afirmó la determinación de Egipto de superar la difícil fase actual a nivel regional e internacional, continuando así su trayectoria hacia el progreso, el desarrollo y la construcción nacional. El objetivo es hacer realidad las aspiraciones de una patria libre y digna y un futuro brillante para todos los ciudadanos.
Egipto, subrayó el presidente, se ha adaptado a la evolución de nuestros tiempos abriéndose al mundo y buscando fortalecer sus capacidades económicas, de inversión, urbanas e industriales. Además, se ha integrado en el sistema de comercio mundial sin dejar de estar alerta para proteger la economía nacional en la medida de lo posible de las fluctuaciones y perturbaciones de la economía mundial. Este éxito fue posible gracias al establecimiento de sistemas integrales y eficientes que proporcionaran la protección social necesaria.
Egipto muestra así un fuerte deseo de progreso y modernización, garantizando al mismo tiempo la estabilidad económica y social de sus ciudadanos. Esta visión de futuro destaca el compromiso continuo del país de desempeñar un papel de liderazgo en el escenario internacional y contribuir activamente al bienestar de los pueblos del Sur.
En este día especial, en el que se celebra el legado de la Revolución Egipcia de 1952, Egipto se enorgullece de ser una nación comprometida con la defensa de sus valores, la superación de los desafíos y la construcción de un futuro mejor para todos.