La resiliencia y el talento se encuentran en el corazón de los Juegos Olímpicos de París 2024 con la cálida bienvenida del COI al Equipo Olímpico de Refugiados. Este año, 37 atletas de 15 naciones y regiones diferentes integran este equipo especial, listos para competir en 12 eventos durante los Juegos que se desarrollarán del 26 de julio al 11 de agosto.
Con gran alegría y camaradería, estos atletas se reunieron en Normandía para un campamento preparatorio para los Juegos, utilizando las instalaciones de Bayeux para prepararse para el desafío que les espera. Yiech Pur Biel, miembro de la junta directiva de la Fundación Olímpica para Refugiados, expresó su agradecimiento al presidente del COI por apoyar este proyecto. Destaca cómo ha evolucionado el equipo desde su participación en 2016 junto a nueve compañeros, destacando también el aumento en el número de personas obligadas a huir de sus hogares debido a los conflictos y la persecución en todo el mundo.
Entre estos atletas, Saman Soltani, para quien estos Juegos marcan su primera participación, expresa su orgullo y gratitud a los miembros del COI, al presidente Bach, a la Fundación Olímpica para los Refugiados y a todos aquellos que contribuyeron a hacer realidad su sueño. Su entusiasmo y determinación hablan de la importancia de este evento para los atletas refugiados, demostrando que a pesar de los desafíos, los sueños pueden hacerse realidad.
Estos Juegos marcarán la tercera aparición del Equipo Olímpico de Refugiados, luego de la participación de 29 atletas en los Juegos pospandémicos en Tokio y el equipo inaugural de 10 miembros en Río de Janeiro en 2016. La historia de estos atletas refugiados es conmovedora. recordatorio de la fuerza de la voluntad humana y la resiliencia ante la adversidad.
En conclusión, la acogida del Equipo Olímpico de Refugiados por parte del COI en los albores de los Juegos de París 2024 es un testimonio de solidaridad, unidad y esperanza. Estos atletas inspiradores nos recuerdan que el deporte trasciende fronteras y diferencias para unir al mundo en un espíritu de paz y hermandad. Que su participación en los Juegos Olímpicos sea un símbolo de coraje y determinación, y que su historia ilumine al mundo sobre la fuerza y la resiliencia de las personas desplazadas en todo el mundo.