La presidencia de Cyril Ramaphosa es objeto de un intenso debate debido a la creciente centralización de poderes en su cargo. El presidente respondió a sus detractores enfatizando que tiene la responsabilidad de garantizar el buen funcionamiento del ejecutivo en interés colectivo del país. Insistió en que la presidencia no pretende sustituir a los ministerios gubernamentales, sino fortalecer su acción y promover la cooperación intergubernamental.
En un contexto en el que Sudáfrica sigue luchando contra las secuelas socioeconómicas del apartheid, Cyril Ramaphosa subrayó la importancia de abordar las desigualdades persistentes y trabajar para mejorar la vida de los más desfavorecidos. Destacó la necesidad de crear una sociedad más justa, igualitaria, compasiva y humana, en consonancia con sus obligaciones constitucionales de promover la unidad nacional y el bienestar de la nación.
La decisión del presidente de poner más entidades bajo su autoridad, incluida la supervisión de empresas estatales, ha generado dudas. Algunos enfatizan la necesidad de mantener un enfoque más descentralizado colocando a cada entidad bajo la responsabilidad de su ministerio supervisor para garantizar una gestión eficaz.
El establecimiento de un holding para supervisar todas las empresas públicas, aunque en línea con las mejores prácticas internacionales, debe llevarse a cabo con transparencia y eficiencia para evitar la creación de nuevas capas burocráticas costosas. Es esencial que esta reforma vaya acompañada de una supervisión adecuada para garantizar la rendición de cuentas y el buen funcionamiento de cada entidad.
En última instancia, a pesar de las críticas y dudas expresadas por algunos, el presidente Ramaphosa dice que las medidas tomadas bajo su liderazgo, en particular a través de la Operación Vulindlela, ya han dado frutos en la mejora del suministro de electricidad, el acceso al agua potable, servicios de transporte más eficientes y costos reducidos para los ciudadanos. Estos resultados concretos refuerzan su visión de una Sudáfrica próspera, equitativa e inclusiva, donde todos los ciudadanos puedan aspirar a una vida mejor.
En un país que enfrenta muchos desafíos, la gobernanza efectiva y la cooperación entre diferentes partes interesadas son esenciales para construir un futuro mejor para todos los sudafricanos. Cyril Ramaphosa llama a la unidad nacional y la solidaridad para abordar estos desafíos y hacer realidad el potencial transformador de Sudáfrica.