Fatshimetrie, la revista de noticias estratégicas, destaca una importante iniciativa lanzada por el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva en Río de Janeiro. De hecho, durante una reunión ministerial, el presidente dio a conocer una alianza global contra el hambre y la pobreza, subrayando así el compromiso de Brasil en la lucha contra estos flagelos. Esta iniciativa, presentada como una de las prioridades del país para su actual presidencia del Grupo de los 20, tiene como objetivo movilizar fondos y conocimientos para apoyar políticas y programas destinados a reducir la desigualdad y la pobreza a nivel global.
Luiz Inácio Lula da Silva, un ex sindicalista que asumió la presidencia por tercera vez en 2023, siempre ha estado comprometido con la lucha contra el hambre, tanto a nivel nacional como internacional. Originario de una familia modesta del estado brasileño de Pernambuco, hizo de esta causa una prioridad a lo largo de su carrera política. Su regreso a la presidencia en 2023 ha dado un nuevo impulso a sus esfuerzos por garantizar una nutrición adecuada para todos.
Brasil, como principal exportador de alimentos, desempeña un papel crucial en la seguridad alimentaria mundial. Sus exportaciones de maíz, soja, café, azúcar, carne vacuna y pollo ayudan a alimentar a muchas personas en todo el mundo. Sin embargo, a pesar de una producción suficiente de alimentos, el hambre persiste y afecta a millones de personas en todo el mundo.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, adoptados en 2015, apuntan a poner fin a la pobreza extrema y el hambre para 2030. Sin embargo, el progreso en el logro de estos objetivos está lejos de ser suficiente. Según el informe anual sobre el estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo, publicado en Río, alrededor de 733 millones de personas padecieron hambre en 2023, lo que equivale a una de cada once personas en el mundo y una de cada cinco en África.
La pandemia de COVID-19 ha amplificado los problemas de seguridad alimentaria y pobreza en todo el mundo, lo que ha provocado un aumento del número de personas que padecen inseguridad alimentaria. A pesar de los avances en América Latina y el Caribe, las cifras siguen siendo alarmantes y exigen medidas urgentes por parte de la comunidad internacional.
Como líder emergente del Sur Global, el Presidente Lula y su equipo diplomático están utilizando la presidencia del G20 para abogar por la reforma de las instituciones de gobernanza global y promover una transición hacia la energía sostenible. Estos esfuerzos tienen como objetivo posicionar a Brasil como un actor clave en el escenario internacional y contribuir a la lucha contra el hambre y la pobreza en el mundo.
En conclusión, la iniciativa de Luiz Inácio Lula da Silva para combatir el hambre y la pobreza merece especial atención. Mientras el mundo enfrenta desafíos sin precedentes, la solidaridad y la cooperación internacionales son esenciales para garantizar un futuro mejor para todos. Es hora de actuar con decisión para poner fin al hambre y la pobreza en el mundo.