El Tribunal Militar de Kinshasa/Gombe reanudó recientemente el examen del caso que involucra a Corneille Nangaa, ex presidente de la Comisión Electoral Nacional Independiente (CENI) y miembro de la Alianza del Río Congo (AFC). Los cargos contra él, junto con otros 24 acusados, incluyen crímenes de guerra, participación en una insurrección y traición.
Entre los acusados, Nicaise Samafu Makinu fue interrogado por acusaciones de reclutamiento de militares y policías en beneficio de la AFC. Makinu negó enérgicamente las acusaciones, diciendo que no formaba parte de la AFC y no tenía vínculos con sus miembros.
Explicó que había conocido a Corneille Nangaa en el contexto de un proyecto de central hidroeléctrica y que no tenía conocimiento de sus actividades políticas. Makinu también negó cualquier vínculo con el M23 y cualquier viaje a Ruanda que involucrara a miembros de la AFC, aclarando que su relación profesional con una empresa ruandesa era para un proyecto hidroeléctrico en Rubavu en 2018.
En cuanto a las transacciones financieras, Makinu aclaró que los fondos recibidos de Corneille Nangaa estaban destinados a estudios de viabilidad de un proyecto hidroeléctrico en Isiro, y no al reclutamiento de personal militar o policial. Destacó que los pagos se realizaron en pequeñas cuotas por los estudios requeridos para el proyecto.
Makinu mencionó que la Agencia Nacional de Inteligencia (ANR) confiscó todos sus documentos durante su detención, lo que afectó sus proyectos en curso. Mantuvo su posición negando cualquier participación en el reclutamiento de la AFC.
El acusado Eric Nkuba compartió detalles de la estructura y las ambiciones de la rebelión, indicando que la AFC había elegido el camino de la guerra con objetivos específicos destinados a llegar a la capital, Kinshasa.
Las revelaciones también plantearon la posible financiación de la AFC a través de las plazas mineras del Alto Uélé, planteando interrogantes sobre las fuentes de financiación y las ramificaciones del movimiento.
Este juicio pone de relieve complejas ramificaciones políticas y militares, subrayando la importancia de la transparencia y la justicia para resolver conflictos internos y restaurar la estabilidad en la región. Los acontecimientos en este caso están captando la atención nacional e internacional, poniendo de relieve cuestiones críticas en el centro del conflicto en la República Democrática del Congo.