Fatshimetrie, 28 de julio de 2024 – En el corazón de Kinshasa, capital de la República Democrática del Congo, una situación delicada suscita interrogantes y preocupaciones. De hecho, el presidente de la Asociación de Conductores del Congo (ACCO), Jean Mutombo, emitió recomendaciones esenciales al margen de una huelga prevista por los conductores para el lunes 29 de julio de 2024.
El respeto del derecho de circulación está en el centro de las preocupaciones expresadas por Jean Mutombo. Destaca la necesidad de que los huelguistas no perturben la libre circulación de los ciudadanos en la vía pública. Destacando la importancia de preservar la tranquilidad de los usuarios, pide responsabilidad y moderación por parte de todos.
En aras del apaciguamiento, Jean Mutombo anima a los huelguistas a quedarse en casa y a dejar a los conductores que quieran seguir trabajando en paz. Se aboga así por una actitud cívica para evitar cualquier acto de sabotaje, muchas veces perpetrado durante manifestaciones de este tipo.
El presidente de la ACCO subraya la ausencia de motivos válidos para esta huelga. Cuestiona la pertinencia de una decisión de este tipo, que podría perturbar gravemente el sector del transporte público. Consciente de la sensibilidad de este ámbito, llama a la reflexión y a la toma de decisiones informadas.
Evocando los motivos de esta movilización de conductores, Jean Mutombo destaca las recientes tensiones relacionadas con las operaciones de control llevadas a cabo por agentes del Ministerio de Transportes y de la policía nacional de Kinshasa. Estas acciones tienen como objetivo garantizar el cumplimiento de las tarifas y rutas marcadas por las autoridades, de acuerdo con la normativa vigente desde marzo de 2023.
En resumen, esta recomendación procedente de una figura clave del sector del transporte en la República Democrática del Congo pone de relieve las cuestiones cruciales relacionadas con la movilidad y la seguridad de los ciudadanos. Invita a la reflexión colectiva y a la búsqueda de soluciones concertadas para preservar la armonía social y garantizar el buen funcionamiento de los servicios públicos.