Fatshimetrie, 28 de julio de 2024 – El reciente decreto de Ali Khamenei, líder de la Revolución de Irán, que formaliza la toma de posesión de Massoud Pezeshkian como presidente de la República Islámica, refleja un hito importante en la historia política de Irán. Esta elección, ratificada por el voto del pueblo en las elecciones presidenciales y de conformidad con la Constitución del país, subraya la importancia del proceso democrático en la nación.
El nombramiento de Massoud Pezeshkian como noveno presidente de Irán, marcado por una ceremonia de juramento prevista ante el parlamento iraní el martes 30 de julio de 2024, simboliza el inicio de una nueva era para la nación iraní. El líder de la Revolución Islámica de Irán, a través de su decreto, expresa su agradecimiento al pueblo y a los funcionarios por llevar a cabo estas elecciones presidenciales con calma y sobriedad, demostrando así la madurez política de la nación.
El mensaje de agradecimiento de Ali Jamenei destaca la grandeza de Irán y su pueblo, enfatizando la naturaleza estable del sistema islámico del país. Al reconocer la racionalidad y la sobriedad que prevalecieron durante este proceso electoral, el decreto subraya la importancia de mantener el rumbo sobre los principios del Islam y la Revolución Islámica para garantizar la continuidad y la prosperidad de la nación.
El nombramiento de Massoud Pezeshkian como Presidente de la República Islámica del Irán es saludado como un honor para la nación iraní y como un testimonio de la confianza depositada en esta personalidad sabia, honesta, popular y erudita. Al afirmar que el voto de la nación y la convicción del líder supremo seguirán siendo válidos mientras el nuevo presidente electo mantenga sus políticas alineadas con los valores del Islam y de la Revolución Islámica, el decreto subraya la importancia de la cohesión y las políticas nacionales. unidad para afrontar los retos que tenemos por delante.
En resumen, la toma de posesión de Massoud Pezeshkian como Presidente de la República Islámica del Irán marca un punto de inflexión en la historia del país y demuestra la fortaleza de su democracia y su determinación de avanzar en una dirección de estabilidad y progreso.