Un hito histórico para la justicia civil en Nigeria: la condena de 125 militantes y financieros de Boko Haram

**Un día histórico para la justicia civil en Nigeria: la condena de 125 militantes y financieros de Boko Haram**

En una decisión sin precedentes, un tribunal de Nigeria condenó a 125 militantes y financieros de Boko Haram por una serie de delitos relacionados con el terrorismo. Estos cargos incluyen delitos de terrorismo, financiación del terrorismo, apoyo material, así como delitos previstos en el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional.

El anuncio de estas condenas marca un gran paso adelante en la lucha contra la insurgencia de Boko Haram, que ha causado la muerte de miles de personas y ha desplazado a millones más desde su inicio en 2009. Se produjo en el noreste del país, ejerciendo una presión significativa sobre al gobierno nigeriano para poner fin al conflicto.

Entre los condenados, 85 personas fueron declaradas culpables de financiar el terrorismo, 22 de delitos previstos en el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional y el resto de delitos de terrorismo. Las penas impuestas contra ellos varían según la gravedad de los cargos.

El juicio, que duró dos días y fue supervisado por cinco jueces del Tribunal Supremo Federal, se celebró en un centro de detención militar en Kanji, estado de Níger. Esta es una clara demostración de la firmeza con la que Nigeria aborda los casos de terrorismo y busca garantizar la seguridad y la estabilidad en la región.

Estas condenas se hacen eco de juicios masivos anteriores de sospechosos de Boko Haram que tuvieron lugar entre 2017 y 2018, en los que se condenó a 163 personas y se puso en libertad a otras 887. Entre los crímenes más notables atribuidos a Boko Haram se encuentra el secuestro de más de 270 niñas de secundaria en Chibok en 2014.

Estos secuestros conmocionaron al mundo entero y dieron origen a una campaña mundial #BringBackOurGirls, apoyada en particular por la ex Primera Dama de los Estados Unidos, Michelle Obama. Aunque más de la mitad de las niñas secuestradas han sido liberadas o han escapado desde entonces, muchas de ellas siguen desaparecidas, lo que deja a sus familias a la espera de un regreso que tarda en materializarse.

Los sobrevivientes y las familias de las víctimas enfrentan muchos desafíos dentro de sus comunidades, incluido el estigma y el trauma persistente de este período oscuro de sus vidas. La justicia impartida hoy es un rayo de esperanza para estas personas y para todo el país, y demuestra que la lucha contra el terrorismo y por la justicia es una máxima prioridad.

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