“Sudán, escenario de violencia sexual: una crisis humanitaria devastadora”
Desde el inicio del conflicto civil en Sudán, la ciudad de Jartum ha sido escenario de una rara violencia contra mujeres y niñas. Las desgarradoras historias de un importante informe de Human Rights Watch (HRW) resaltan el horror sufrido por estos individuos, particularmente a manos de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), una de las principales facciones presentes.
A través de la narración de testimonios conmovedores, el informe describe una realidad de pesadilla, donde las mujeres se encuentran durmiendo con un cuchillo debajo de la almohada con la esperanza de protegerse de ataques nocturnos, donde otras son violadas repetidamente durante días frente a su familia indefensa. Estas impactantes historias describen una atmósfera de terror y desesperación que parece invadir las calles de la capital sudanesa.
Desde el estallido de las hostilidades en abril de 2023 entre las Fuerzas Armadas Sudanesas (FAS) y los rebeldes de las RSF, gran parte de la ciudad de Jartum ha quedado reducida a cenizas. Los bombardeos indiscriminados de barrios civiles por parte de las Fuerzas Armadas del Sudán, en un intento de desalojar a las RSF de sus posiciones, provocaron un caos indescriptible. Esta escalada del conflicto ha tenido repercusiones trágicas no sólo para la población de Jartum, sino también para otras regiones del país, en particular Darfur.
Las Naciones Unidas califican la situación actual en Sudán como uno de los peores desastres humanitarios de los últimos tiempos. Con más de 6 millones de desplazados internos, 1,5 millones de refugiados que buscan refugio en el extranjero y casi 26 millones de personas –más de la mitad de la población sudanesa– en riesgo de sufrir hambruna, el panorama es más sombrío.
En el centro de este cataclismo humanitario se encuentra la indescriptible situación de las mujeres y las niñas. El informe de 88 páginas de HRW, titulado «Jartum no es un lugar seguro para las mujeres» y publicado el 29 de julio, detalla los horribles actos de violencia sexual perpetrados contra ellas. Las Fuerzas de Apoyo Rápido no sólo cometieron violaciones en serie y matrimonios forzados, sino que también redujeron a muchas mujeres y niñas a la esclavitud sexual.
La subdirectora de HRW para África, Laetitia Bader, señala que RSF ha sembrado el terror entre mujeres y niñas en Jartum, privándolas de cualquier acceso a la ayuda humanitaria y a los servicios de apoyo. En un entorno en el que incluso los lugares que supuestamente serían santuarios ya no son seguros, estos individuos se encuentran impotentes, abandonados a su suerte.
En un contexto en el que el acceso a Jartum y a los supervivientes es extremadamente difícil, HRW basó sus conclusiones en testimonios de profesionales de la salud, trabajadores sociales y otras partes interesadas entre septiembre de 2023 y febrero de 2024.. Estos conmovedores testimonios revelan la magnitud del trauma sufrido por las víctimas, que va desde horribles lesiones físicas hasta cicatrices emocionales indelebles.
No se pueden tolerar actos de violencia sexual contra las mujeres. Violación, matrimonio forzado, esclavitud sexual: todos estos crímenes exigen una respuesta internacional urgente y contundente. Es imperativo que la comunidad internacional condene enérgicamente estas atrocidades y adopte medidas concretas para poner fin a esta espiral de violencia y terror.
En conclusión, es fundamental recordar que la dignidad y los derechos fundamentales de las mujeres y las niñas deben respetarse en todas las circunstancias. Sudán no puede permanecer indiferente ante esta tragedia humana. Es nuestro deber, como miembros de la comunidad mundial, alzar las voces de estas víctimas silenciosas y ofrecerles la esperanza de un futuro mejor, libre de miedo y sufrimiento.