El 29 de julio de 2023 estuvo marcado por una huelga de transportistas privados en Kinshasa, situación que perturbó la movilidad de los residentes de la capital congoleña. Los conductores, afiliados a la Asociación de Conductores del Congo (ACCO), expresaron su descontento por los controles iniciados por la División de Transportes Urbanos de la ciudad de Kinshasa. Estos controles tenían como objetivo hacer cumplir la tarifa oficial de transporte y poner fin a la práctica de los itinerarios divididos, comúnmente llamados «media carretera».
Si bien la situación se fue normalizando gradualmente en varias partes de la ciudad, zonas como Masina experimentaron perturbaciones más prolongadas. Algunos conductores, decididos a continuar la huelga, impidieron a sus compañeros volver al trabajo, amenazando incluso con dañar los vehículos. Este conflicto provocó la intervención de la Primera Ministra Judith Suminwa, quien reunió a los ministros pertinentes y a las autoridades de la ciudad para encontrar soluciones.
El gobernador de Kinshasa, Daniel Bumba, calificó la huelga de «salvaje» debido a la falta de aviso y subrayó la importancia de mantener un diálogo con los conductores para resolver los conflictos. También reaccionó a las acusaciones de acoso, explicando que las medidas tomadas tenían como objetivo proteger a la población de prácticas abusivas por parte de los conductores.
Esta situación pone de relieve los desafíos que enfrentan los servicios de transporte público en Kinshasa. Las tensiones entre los conductores y las autoridades locales resaltan la necesidad de establecer un marco de consulta eficaz para prevenir futuros conflictos. Es fundamental encontrar un equilibrio entre los intereses de los conductores y garantizar un servicio de transporte fiable para la población.
En conclusión, la huelga de los transportistas privados en Kinshasa en julio de 2023 subraya la importancia del diálogo y la consulta para garantizar el funcionamiento armonioso de los servicios de transporte público. Las autoridades y los conductores deben trabajar juntos para encontrar soluciones sostenibles que beneficien a todos los residentes de la capital congoleña.