Hoy se cumple una semana desde que los ministros de Asuntos Exteriores de Egipto y Turquía se reunieron en El Cairo para abordar la crisis que sacude a Gaza. Este histórico encuentro permitió a Badr Abdelatty y Hakan Fidan expresar su profunda preocupación por la escalada de tensiones entre Israel y Hamás, y considerar conjuntamente estrategias para evitar que este conflicto degenere en un conflicto regional más amplio.
Durante este fructífero debate, Badr Abdelatty subrayó su firme oposición a las tácticas de asesinato, los ataques a la soberanía de otros países y la intensificación de los conflictos regionales. Destacó la necesidad crucial de una acción colectiva para prevenir esta peligrosa escalada y mantener la situación bajo control, para evitar que se convierta en una guerra regional en toda regla.
Los dos ministros discutieron varios temas candentes en la región, como la crisis en Gaza, las condiciones en Libia y Sudán, las tensiones en el Mar Rojo y los problemas en Yemen. Hakan Fidan destacó que Turquía está observando atentamente el proceso de Israel ante la Corte Internacional de Justicia y anunció su intención de presentar su demanda ante esta última. Dijo que la clave para la paz en Medio Oriente reside en la creación de un Estado palestino.
Turquía se destaca como uno de los opositores más feroces de las acciones de Israel en Gaza. Hakan Fidan también acusó a Israel de sabotear las iniciativas de paz y pidió un alto el fuego inmediato en la región. Ambas naciones han criticado duramente las recientes muertes en Gaza, incluida la del líder de Hamas, Ismail Haniyeh.
La visita de Hakan Fidan al presidente egipcio Abdel Fattah el-Sissi marca un importante paso adelante en los esfuerzos por restablecer las relaciones entre los dos países, después de un prolongado período de tensiones. Durante la última década, las interacciones diplomáticas entre Ankara y El Cairo han sido tensas, en particular debido al apoyo del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, al ex líder islamista egipcio Mohammed Morsi, quien fue derrocado por el ejército durante protestas masivas en 2013.
Sin embargo, en los últimos años, Turquía ha cambiado su postura hacia el gobierno de Abdel Fattah el-Sissi en un intento por reparar los lazos rotos. Este deseo de reconciliación muestra la conciencia de los dos países de la importancia de la unidad y la cooperación para resolver las crisis que amenazan la paz en la región de Oriente Medio.