Fatshimétrie planteó recientemente una cuestión alarmante sobre la crítica situación de hacinamiento en la prisión de Kakwangura, situada en Butembo, en la provincia de Kivu del Norte. Tras estudiar detenidamente las desconcertantes cifras proporcionadas por el diputado Bienvenue Lutsumbi, queda claro que es necesario tomar urgentemente medidas drásticas para remediar esta preocupante situación.
Con una capacidad prevista para 250 reclusos, la prisión de Kakwangura se ve obligada a albergar actualmente a 1.355 personas. Esta asombrosa cifra, cinco veces la capacidad inicial, plantea serias preocupaciones sobre las condiciones de detención de estos presos. Es evidente que esta situación conlleva una serie de problemas, especialmente en términos de salud, ya que el diputado Lutsumbi informa de un número alarmante de muertes entre detenidos desde principios de año.
También es preocupante observar que de los 1.355 detenidos en la prisión de Kakwangura, sólo 151 han sido juzgados. Esta realidad plantea dudas sobre el derecho a un juicio justo de estas personas recluidas en prisión preventiva en condiciones inhumanas e indignas.
Ante esta situación de emergencia, es imperativo que se adopten medidas concretas para aliviar la congestión en la prisión de Kakwangura. El diputado Lutsumbi pide al Ministro de Justicia que actúe rápidamente para remediar esta crisis humanitaria y encontrar soluciones a corto plazo. También es crucial pensar a largo plazo y considerar la construcción de un nuevo centro penitenciario en Butembo, que cumpla con los estándares modernos y respete la dignidad de los presos.
Ya es hora de que las autoridades pertinentes se den cuenta de la urgencia de la situación y actúen eficazmente para garantizar el respeto de los derechos fundamentales de los detenidos en la prisión de Kakwangura. El hacinamiento en las cárceles no es sólo un problema de números, sino una cuestión de dignidad humana y de respeto de los derechos humanos que debe abordarse con la mayor atención y celeridad.