**Fatshimetria**
A principios de 2024, un viento de renovación sopla sobre la ciudad de Kinshasa, capital de la República Democrática del Congo. El gobernador Daniel Bumba Lubaki, decidido a devolver a la ciudad su antiguo esplendor, lanzó una amplia operación de limpieza y saneamiento. La imagen de la rotonda de las Huileries, vacía de sus voluminosos puestos y mesas, simboliza el inicio de esta beneficiosa iniciativa.
Ante la mirada atónita de los habitantes de Kinshasa, equipos del ayuntamiento tomaron la rotonda de Huileries para limpiar la zona de cualquier desorden. Los vendedores de los mercados piratas y los dueños de las cabinas telefónicas vieron sus puestos rotos e incendiados, marcando así el fin de la anarquía que reinaba en estos lugares.
El Gobernador Daniel Bumba Lubaki, acompañado por el Ministro de Finanzas y Economía, inició esta operación a gran escala. Los servicios sanitarios de la ciudad trabajaron incansablemente para limpiar las principales arterias y librar a la ciudad de las cenizas y la basura que cubrían las calles.
El apoyo de las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo, solicitado por el Gobernador, permitió intensificar la Operación “Coup de Punch” en Kinshasa. Bajo la supervisión del teniente general Christian Tshiwewe Songesha, las tropas se movilizaron para garantizar el éxito de esta iniciativa destinada a restablecer el orden y la limpieza en la ciudad.
Esta acción decidida del gobernador Daniel Bumba Lubaki demuestra su deseo de restaurar la imagen de Kinshasa y ofrecer a sus habitantes un entorno más sano y agradable. Al poner fin al desorden y a las condiciones insalubres que prevalecían en algunos barrios, esta operación de limpieza marca el inicio de una nueva era para la capital congoleña.
En conclusión, la limpieza de la ciudad de Kinshasa en 2024 representa un paso significativo hacia la mejora de las condiciones de vida de los ciudadanos y la preservación del medio ambiente urbano. El gobernador Daniel Bumba Lubaki, apoyado por las autoridades locales y las fuerzas de seguridad, muestra su determinación de hacer de Kinshasa una ciudad moderna, acogedora y próspera.