En este significativo día del sábado 10 de agosto de 2024, el Ministro de Justicia de la República Democrática del Congo, Constant Mutamba, anunció una decisión trascendental: la liberación de casi 527 detenidos de la prisión central de Makala en Kinshasa.
Este anuncio es parte de un proceso destinado a mejorar las condiciones de detención de los presos, un gesto humanitario crucial en un sistema penitenciario a menudo criticado por su hacinamiento y sus deplorables condiciones de vida.
Durante este emotivo acto, el ministro Mutamba ofreció 2.000 colchones a los internos de los 7.000 ordenados, con el objetivo de mejorar sus condiciones de vida dentro del establecimiento penitenciario. Una iniciativa loable que está en línea con las promesas hechas en materia de respeto de los derechos fundamentales de los presos y de humanización de las prisiones.
«Un Estado de Derecho significa que todos deben estar sujetos a la ley. Vuestro lugar es vuestra casa, donde pasaréis la noche esta noche. Debéis regresar a vuestras casas. En este sentido, os informo que el próximo sábado , continuaremos con la liberación de algunos presos que han sido detenidos injustamente”, declaró Constant Mutamba. Estas palabras resuenan como un llamado a la justicia y la equidad, prometiendo un futuro mejor para quienes han sido privados de su libertad.
Este gesto humanitario forma parte de una política más amplia destinada a reformar el sistema penitenciario en la República Democrática del Congo, y el Ministro Mutamba subrayó su compromiso de mejorar las condiciones de detención de los presos. En particular, prometió que ya no dormirían más presos en el suelo y anunció la renovación del centro de salud penitenciario, así como la rehabilitación de varios pabellones.
Además de la liberación de prisioneros, el ministro también anunció la construcción de una nueva prisión en Maluku, como parte de los esfuerzos para combatir el hacinamiento carcelario y mejorar las condiciones de detención a largo plazo.
Esta iniciativa es tanto más importante cuanto que la prisión central de Makala se enfrenta actualmente a un hacinamiento alarmante, con más de 15.000 reclusos hacinados en condiciones insalubres. Por lo tanto, esta decisión de liberar a los presos tiene como objetivo aliviar la congestión en el establecimiento y ofrecer un rayo de esperanza a quienes están detenidos allí en condiciones a menudo inhumanas.
En conclusión, la liberación de estos prisioneros en la prisión central de Makala en Kinshasa es una fuerte señal de cambio y esperanza para el sistema penitenciario de la República Democrática del Congo. Demuestra el deseo de las autoridades de promover los derechos fundamentales de los presos y combatir el hacinamiento en las cárceles. Es de esperar que estas acciones allanen el camino para una reforma más amplia del sistema judicial y una mejora significativa en las condiciones de vida de los presos en todo el país.