En Kinshasa, crece la polémica en torno a la gestión del Estadio de los Mártires, tras los persistentes rumores que evocan un supuesto expolio del recinto deportivo por parte de ex ministros, entre ellos Serge Nkonde. Ante estas acusaciones, el interesado quiso aclarar, poniendo fin a las especulaciones y afirmando que no se trata en ningún caso de expolio sino de alquiler.
En efecto, Serge Nkonde explica que el estadio de los Mártires, al igual que el estadio Tata Raphaël, está sujeto a actividades comerciales que garantizan su mantenimiento. Destaca que el gestor encargado del comercio en torno al recinto deportivo tiene autonomía de gestión, mientras que el ministro sectorial interviene sólo en el proceso de aprobación del contrato.
Esta aclaración tiene como objetivo disipar las dudas sobre la integridad de la gestión del estadio de los Mártires y demostrar que las actividades comerciales en su interior se rigen por contratos legales. Serge Nkonde invita así a sus detractores a obtener información adecuada antes de difundir información errónea.
Sin embargo, a pesar de estas explicaciones, se alzan voces que señalan al ex ministro de Deportes, acusándolo de ser el origen de un supuesto déficit del estadio de los Mártires. Serge Nkonde refuta esta afirmación, afirmando que su enfoque tenía como objetivo rentabilizar el recinto deportivo, en la línea de sus predecesores.
Es innegable que el Estadio de los Mártires es un lugar icónico en Kinshasa, que alberga diversas actividades comerciales como restaurantes, una gasolinera en construcción y muchas otras. Esta dinámica económica contribuye no sólo al mantenimiento del estadio, sino también a la influencia de la capital congoleña.
En conclusión, es fundamental separar los hechos de los rumores y abordar la situación de manera objetiva. La gestión del Estadio de los Mártires debe ser transparente y eficaz, en interés de la población y del desarrollo del deporte en la República Democrática del Congo.