Nigeria se encuentra actualmente en medio de una importante crisis económica y social, causada en gran parte por la incompetencia y la mala gestión del sector petrolero del país. El Foro de Jóvenes Cristianos de Nigeria (CYFN) exigió recientemente el despido de Muhammadu Kyari, responsable de este sector, señalando una serie de escándalos y disfunciones. Esta demanda se produce en un contexto marcado por colas interminables en las gasolineras y un aumento de los precios del combustible, que superan los 1.000 nairas por litro.
El presidente nacional de CYFN, el reverendo Phrank Ochiga, ha criticado duramente la gestión de Kyari, calificando su mandato de «desastre» y acusándolo de ser el «cerebro» detrás de lo que describen como «terrorismo económico». Según él, Kyari mostró una falta de empatía y una ausencia total de compasión hacia la población, prefiriendo enriquecerse a expensas de las masas trabajadoras.
Los agravios contra Kyari son numerosos y van desde escándalos de subsidios hasta el refinado de productos petrolíferos de calidad inferior y la mala gestión de la refinería de Port Harcourt. El CYFN advierte del riesgo de que la situación degenere en manifestaciones masivas si no se toman medidas rápidamente. Incluso citan un pasaje de los Salmos para instar al presidente Bola Ahmed Tinubu a tomar medidas firmes contra Kyari, subrayando que su permanencia en el cargo es un insulto para los nigerianos.
Esta investigación de CYFN destaca los problemas cruciales que enfrenta Nigeria, destacando la necesidad de una gestión transparente, competente y responsable de sus recursos naturales. La población exige legítimamente rendición de cuentas y acciones concretas para salir de esta crisis que pesa mucho en la vida cotidiana de todos. Es esencial que los líderes asuman responsabilidad y trabajen por el bienestar de todos los nigerianos, poniendo fin a las prácticas nocivas y restaurando la esperanza de un futuro mejor.