La situación actual en la República Democrática del Congo, más concretamente en la zona oriental del país, está provocando fuertes reacciones por parte de la sociedad civil. En efecto, el proceso de diálogo de Luanda, relanzado desde el 30 de julio bajo la mediación del presidente João Lourenço, ha sido elogiado por su enfoque a favor de la paz en esta región. Sin embargo, persisten las preocupaciones sobre el plan para neutralizar a las FDLR, aprobado por Kinshasa durante las recientes reuniones entre expertos congoleños y ruandeses en Angola.
Los actores de la sociedad civil en Ituri, Kivu del Norte y Kivu del Sur expresaron su apoyo al diálogo en curso, al tiempo que expresaron reservas sobre la aceptación por parte del gobierno congoleño del plan para neutralizar a las FDLR. Según ellos, Ruanda utilizaría esta cuestión como pretexto para justificar su injerencia en la República Democrática del Congo y el saqueo de sus recursos naturales.
De hecho, las sociedades civiles locales temen que las operaciones para neutralizar a las FDLR degeneren en violencia, como ha ocurrido en el pasado, provocando pérdidas de vidas y violencia sexual. Recuerdan las desastrosas consecuencias de anteriores operaciones de rastreo llevadas a cabo contra las FDLR, que dieron lugar a violaciones masivas de los derechos humanos.
Además, la sociedad civil del este de la República Democrática del Congo denuncia la violación del alto el fuego en Ituri por parte de grupos armados locales y critica la falta de seguimiento de los compromisos asumidos. Pide al Presidente de la República que revise las estrategias diplomáticas ante una Ruanda a la que acusan de victimizarse. Además, buscan aclaraciones sobre las relaciones diplomáticas entre la RDC y Uganda, dado el supuesto apoyo de esta última al M23-RDF/AFC.
A pesar de los esfuerzos de mediación y las treguas humanitarias, continúan las ofensivas en la región, encabezadas principalmente por el M23-RDF/AFC. Esta preocupante situación plantea dudas sobre la estabilidad de la región y la capacidad de los actores internacionales para garantizar la seguridad de las poblaciones locales.
En conclusión, la sociedad civil de la República Democrática del Congo pide una acción diplomática firme y coordinada para poner fin a la violencia y la interferencia extranjera en la región oriental del país. Es crucial que las autoridades congoleñas adopten medidas eficaces para garantizar la protección de los civiles y promover la paz y la estabilidad duraderas en esta región asolada por el conflicto.