En un país como la República Democrática del Congo donde la corrupción es un flagelo endémico, la cultura de la ética de la responsabilidad entre los funcionarios y líderes públicos es un enfoque innovador y prometedor para luchar contra esta práctica peligrosa y perjudicial para el desarrollo del país. El profesor St Augustin Wandambali, director general del Observatorio para el Seguimiento de la Corrupción y la Ética Profesional (OSCEP), presentó recientemente esta visión mientras desarrollaba un módulo crucial como parte de la Semana Anticorrupción edición 2024.
La ética de la responsabilidad, según el profesor Wandambali, va más allá del simple cumplimiento de la ley y se basa en la conciencia individual. Es un conjunto de valores, principios y reglas que dictan el comportamiento y acciones de un funcionario público. Este enfoque se diferencia de la ética de la convicción en que se basa en la responsabilidad personal y la conciencia moral.
Al proponer la creación de una academia de integridad y gobernanza, el director general de OSCEP subraya la importancia de formar a los futuros líderes en esta ética de responsabilidad desde el inicio de su carrera. Insiste en que ningún funcionario debe acceder a un cargo público sin haber recibido la formación adecuada. Esta iniciativa tiene como objetivo crear conciencia entre los actores políticos sobre los problemas de corrupción y promover una cultura de integridad dentro del aparato gubernamental.
Sin embargo, el profesor Wandambali reconoce que la ética de la responsabilidad por sí sola no es suficiente. Subraya la importancia crucial de la voluntad política para luchar eficazmente contra la corrupción. A pesar del compromiso declarado del Presidente Félix Tshisekedi, deplora la falta de cohesión dentro de la clase política para apoyar plenamente esta voluntad política.
En un contexto en el que la corrupción está socavando los cimientos de la sociedad congoleña, se han alzado voces para exigir medidas más concretas. El Centro de Investigación en Finanzas Públicas y Desarrollo Local (Crefdl) pidió la adopción de una ley anticorrupción y la creación de tribunales especializados para atender casos de corrupción. Estas medidas podrían ayudar a restablecer la confianza de los ciudadanos en las instituciones públicas y fortalecer el Estado de derecho en la República Democrática del Congo.
En conclusión, la promoción de una ética de la responsabilidad y la voluntad política son elementos esenciales en la lucha contra la corrupción en la República Democrática del Congo. Es imperativo que los líderes y funcionarios públicos adopten prácticas transparentes y honestas para garantizar un futuro mejor para todos los congoleños.