Argelia: Revolución del agua potable gracias a la desalación y reutilización de aguas residuales

Fatshimetrie analiza uno de los principales problemas a los que se enfrenta Argelia actualmente: el suministro de agua potable. Ante este creciente estrés hídrico, el gobierno ha implementado soluciones innovadoras a través de ambiciosos proyectos destinados a garantizar el acceso al agua potable de la población argelina.

Al oeste de Orán, el megaproyecto de desalación de agua de mar de Cap Blanc representa una inversión estratégica. Orán se abastece actualmente de tres fábricas, pero esto aún no es suficiente para cubrir las necesidades de una población de 2,5 millones de habitantes, por no hablar del sector industrial. El proyecto Cap Blanc, actualmente en ejecución acelerada, reforzará el suministro de agua potable a Orán y otras wilayas occidentales. Prevista para estar operativa en diciembre de 2024, esta infraestructura se pondrá en servicio sólo 25 meses después del inicio de las obras.

Mouloud Hachlaf, director de comunicación de la AEC, subraya la importancia de esta iniciativa: “Nos anticipamos a la sequía con un programa inicial que implementó 14 fábricas que producirían 2,2 millones de m³ por día, o el 18% de agua potable para los ciudadanos. De aquí a 2050, el Sahel. que incluye Argelia, perderá el 20% de sus precipitaciones. Por lo tanto, estamos desarrollando un programa complementario para aumentar nuestra capacidad de desalinización de agua potable en un 18%, hasta un 42%».

La desalinización de agua de mar es a menudo criticada por su costo e impacto ambiental. Argelia es consciente de ello y se compromete a reducir este impacto integrando en sus fábricas un mix energético, incluidos paneles solares, para hacer que esta infraestructura sea más respetuosa con el medio ambiente.

También están en marcha otros proyectos similares, como la planta de Mostaganem, inaugurada en 2011, que produce 200.000 m³ de agua potable al día. Está prevista otra nueva planta en Khadra, a 72 km al este de Mostaganem, que se espera que produzca 300.000 m³ de agua potable al día y, al mismo tiempo, proporcione protección contra el aumento del nivel del agua.

Farouk Elbrouz, director técnico de STMM, explica: «Podemos controlar todas las fases del tratamiento del agua y realizar análisis periódicos para garantizar que el agua cumple con las normas argelinas y de la OMS».

Sin embargo, la desalinización por sí sola no será suficiente para cubrir todas las necesidades de agua potable de Argelia. El país también busca aumentar su suministro reutilizando las aguas residuales tratadas, como muestra el ejemplo de Médéa. En esta región situada a 90 kilómetros de la capital, Argel, las explotaciones frutícolas utilizan agua tratada para el riego, lo que les permite hacer frente a años de sequía.

Abdelkader Benkorbi, ingeniero agrónomo, explica: «Nos vimos obligados a buscar agua y el agua de la depuradora era nuestra única solución».

Argelia apuesta por la desalinización de agua de mar para cubrir el 60% de las necesidades de agua de su población de aquí a 2030. Combinado con tecnologías innovadoras de tratamiento de aguas residuales, este plan estratégico tiene como objetivo crear un futuro más capaz de afrontar los futuros desafíos climáticos.

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