Los residentes de Zaria, en el estado de Kaduna, quedaron conmocionados por una tragedia sin precedentes. Un niño, Abubakar, fue enterrado vivo por sus dos hermanos mayores tras una acalorada discusión por la desaparición de un teléfono móvil. Este caso provoca una ola de indignación y plantea muchas preguntas sobre la crueldad y la inhumanidad de la que son capaces ciertas personas.
Según los informes, los dos hermanos, de 22 y 18 años, discutieron con Abubakar en Abuja por el teléfono perdido. Enfurecidos, siguieron a Abubakar hasta Zaria, donde decidieron castigarlo enterrándolo vivo.
El cuerpo sin vida del niño fue descubierto la madrugada del lunes 12 de agosto de 2024 por un transeúnte que notó su cabeza asomando por un agujero en una propiedad abandonada. La escena descubierta fue increíblemente cruel: Abubakar fue atado, amordazado y enterrado, dejando sólo su cabeza expuesta a la superficie. Los culpables, Yahaya Abdulkadir (22 años) y Abdul Abdulkadir (18 años), fueron detenidos por la policía y confesaron su atroz crimen.
Las reacciones a este evento fueron unánimes. Rabi Salisu, el Comisionado Estatal de Servicios Humanos y Desarrollo Social, describió el acto como salvaje. El Ministerio de Servicios Humanos y Desarrollo Social del estado de Kaduna respondió rápidamente enviando a un funcionario de bienestar social al lugar para apoyar a la comunidad y evaluar la situación. Condenaron enérgicamente este acto atroz y prometieron que se hará justicia.
Este incidente es un triste recordatorio de la crueldad que ciertas personas pueden experimentar y resalta la importancia de proteger los derechos de los niños. Es fundamental crear conciencia sobre la violencia y los abusos, fomentando al mismo tiempo la denuncia de tales actos. Esperemos que este caso se esclarezca y que Abubakar finalmente obtenga justicia.