**Fatshimetrie: La crisis humanitaria en la República Democrática del Congo 2024: una tragedia olvidada por el mundo**
En este Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, el Coordinador Humanitario Residente de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo, Bruno Lemarquis, alerta sobre la escalada de ataques contra la población civil y los trabajadores humanitarios en el país. Se presentan cifras alarmantes: 6 trabajadores humanitarios asesinados, 11 secuestrados y más de 200 ataques directos contra estos actores en sólo seis meses.
El saldo de la violencia es igualmente dramático en el lado civil, con más de 630 muertes registradas en los territorios de Mambasa, Irumu, Beni y Lubero. Una situación que refleja una violencia sistemática que ha persistido durante décadas, sumiendo vidas inocentes en un círculo vicioso de inseguridad y miedo.
Lamentablemente, esta tragedia parece desarrollarse en medio de una indiferencia general de la comunidad internacional. Bruno Lemarquis denuncia esta culpable complacencia que rodea un conflicto sin embargo mortal y destaca la ausencia de indignación colectiva ante esta importante crisis humanitaria. Esto cuestiona nuestra humanidad y nuestra capacidad de actuar para proteger a los más vulnerables y poner fin a esta violencia intolerable.
El desplazamiento masivo de poblaciones provocado por ataques armados tiene consecuencias devastadoras, empeorando la precariedad de las condiciones de vida y favoreciendo el surgimiento de violencia contra mujeres y niñas, así como la rápida propagación de enfermedades infecciosas. Esta espiral de angustia y sufrimiento exige una respuesta urgente y concertada de las autoridades nacionales y de la comunidad internacional.
A pesar del compromiso de las Naciones Unidas y de las ONG locales e internacionales, la financiación para el plan de respuesta humanitaria para 2024 sigue siendo en gran medida insuficiente, lo que deja a cientos de miles de personas vulnerables sin la asistencia adecuada. Es crucial movilizar recursos adicionales y fortalecer la coordinación entre diferentes actores para brindar asistencia efectiva a las poblaciones afectadas por este devastador conflicto.
En este Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, es fundamental recordar que cada vida cuenta, que cada sufrimiento merece ser escuchado y que cada acción, por pequeña que sea, puede marcar la diferencia. Es hora de que el mundo se movilice para poner fin a esta crisis humanitaria olvidada y preservar el futuro y la dignidad de millones de vidas en la República Democrática del Congo.