Fotografía: 100 años de evolución e inspiración

Fatshimetrie, 19 de agosto de 2024 — En este día en que se celebra el Día Internacional de la Fotografía, el mundo entero observa el poder de las imágenes y las emociones que despiertan. Este año se celebra un acontecimiento excepcional, los 100 años de la fotografía, una oportunidad para recordar los momentos captados por el objetivo a lo largo de décadas.

La Academia de Bellas Artes de Kinshasa fue el escenario de una cautivadora conferencia-exposición que sumergió a los visitantes en el mundo de la fotografía y las artes visuales. Bajo el evocador tema “Matrix”, se destacaron los talentos fotográficos emergentes en la República Democrática del Congo. Es fascinante observar la evolución de este oficio, antes reservado a los iniciados, que ahora se ha vuelto accesible a todos, transmitiendo así la riqueza artística de la región.

Esta celebración anual tiene como objetivo inspirar a fotógrafos de todo el mundo a compartir su visión a través de una única imagen, un momento congelado en el tiempo, para mostrar su mundo al resto del planeta. La herencia de la fotografía se remonta a mucho tiempo atrás, con la invención del daguerrotipo en 1837 por Louis Daguerre y Joseph-Nicéphore Niepce. Desde entonces, los avances tecnológicos han permitido que la fotografía experimente una evolución espectacular, desde la primera fotografía en color en 1861 hasta el primer selfie del mundo en 1839, marcando hitos clave en su historia.

En 2025, la República Democrática del Congo se prepara para celebrar los 100 años de la fotografía congoleña, un gran evento cultural que pondrá de relieve el talento de los fotógrafos locales y su contribución a la historia del país. Los preparativos ya están en marcha, con el trabajo de varios artistas congoleños como Landry Ndungi, cuya obra titulada «Lipipi» explora el tema de las cicatrices y los estereotipos sociales.

A través de estas celebraciones, la fotografía sigue desempeñando un papel esencial en la preservación de la memoria colectiva, capturando la esencia misma de la humanidad y su entorno. Al inmortalizar momentos fugaces y revelar la belleza oculta del mundo que nos rodea, la fotografía sigue siendo una forma de expresión poderosa y atemporal, que nos invita a contemplar y reflexionar sobre nuestra existencia. Que cada imagen capturada sea, pues, un testimonio de nuestro pasado y una promesa para el futuro.

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