Fatshimetrie, 22 de agosto de 2024 – Una nueva epidemia de viruela simica, también conocida como Mpox, está asolando la República Democrática del Congo y, más concretamente, en Kinshasa, la capital del país. La rápida propagación de esta enfermedad preocupa a las autoridades y a la población, mientras que en la región de Kivu del Sur se ha identificado una cepa más mortal y transmisible.
El doctor Praticien Gongo, ministro provincial de Salud de Kinshasa, advirtió sobre la preocupante situación de la epidemia en la megaciudad de más de 15 millones de habitantes. Las cifras anunciadas son alarmantes, con un número creciente de casos sospechosos, casos confirmados y muertes. La ciudad de Kinshasa se enfrenta hoy a un importante desafío de salud pública.
Los factores de riesgo para la propagación de la viruela simica en Kinshasa son variados y van desde el desconocimiento de la enfermedad hasta la no aplicación de medidas preventivas por parte de la población. Las interacciones entre las diferentes provincias del país también contribuyen a la propagación de la epidemia, particularmente en regiones muy afectadas como Ecuador.
Ante esta emergencia sanitaria se han puesto en marcha medidas de prevención y sensibilización. Es fundamental que la población de Kinshasa se proteja adoptando acciones sencillas como lavarse las manos periódicamente, cocinar adecuadamente los alimentos y respetar las medidas de higiene.
Las autoridades sanitarias destacan la importancia de la vacunación para frenar la propagación de la viruela simica. El gobierno congoleño ha anunciado su intención de adquirir 3,5 millones de dosis de vacunas para proteger a la población contra esta enfermedad potencialmente mortal.
Paralelamente, se llevan a cabo acciones de sensibilización y formación entre el personal sanitario y la población para limitar los riesgos de contaminación. Es necesaria la movilización de todos para frenar esta epidemia y evitar un desastre sanitario en Kinshasa.
En conclusión, la situación actual de la epidemia de viruela simica en Kinshasa es alarmante, pero se pueden tomar medidas adecuadas para controlar su propagación. La colaboración entre autoridades, personal médico y población es fundamental para contener esta enfermedad y proteger la salud de todos. La concienciación y el compromiso de todos son las claves para superar esta crisis sanitaria.