Fatshimetrie: el peligro de las casas construidas bajo torres eléctricas en Kinshasa

**Fatshimetrie: El drama de las casas construidas bajo torres de alta tensión en Kinshasa**

En las tumultuosas calles de Kinshasa, la ruidosa capital de la República Democrática del Congo, un peligro furtivo aguarda a sus habitantes. Las casas construidas bajo torres de alta tensión exponen a sus ocupantes a riesgos mortales, según reveló Denis Tukuzu Angbaduruca, director del departamento de distribución de la Compañía Nacional de Electricidad (Snel).

Las consecuencias son trágicas, como lo demuestra el reciente caso de Matadi-Kibala, que quedó grabado en la memoria. Un simple cable desprendido por la caída de un rayo fue suficiente para causar muertes. ¿Qué pasaría si un conductor activo cayera sobre un tejado tras un fallo? Los escenarios de catástrofe se multiplican, entre accidentes mortales y graves riesgos para la salud relacionados con la exposición a campos eléctricos.

La legislación congoleña es clara: una prohibición formal de construir debajo y encima de los cables eléctricos. A pesar de estas advertencias, individuos sin escrúpulos no dudan en invadir los pasillos del Snel, poniendo en riesgo su vida y la de los demás.

El horror más notable se remonta al 2 de febrero de 2022, cuando un mortal incendio arrasó el mercado de Matadi-Kibala, provocando la muerte de 26 personas, en su mayoría mujeres. ¿El origen del drama? Un cable eléctrico de alto voltaje se desprendió de las torres después de la caída de un rayo. Una tragedia evitable que pone de relieve la urgencia de respetar las normas de seguridad.

Ante esta alarmante observación, es imperativo concientizar a la población sobre los peligros que supone ocupar viviendas ubicadas bajo líneas eléctricas. No sólo está en juego la vida de sus ocupantes, sino también su salud a largo plazo. Las autoridades deben fortalecer las medidas de prevención y tomar medidas contra los infractores para evitar más tragedias.

La seguridad de los ciudadanos no puede verse comprometida en nombre de una construcción salvaje e irresponsable. Juntos, es hora de tomar conciencia de los riesgos y actuar para proteger nuestras vidas y las de nuestros seres queridos. En Kinshasa, la seguridad debe primar sobre todos los demás intereses, para lograr un futuro más seguro y sereno.

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