La educación es un pilar esencial del desarrollo de cualquier sociedad. En el sur de África, Educar se está convirtiendo en el mayor proveedor de educación privada. Con sus universidades de renombre como Damelin, CityVarsity, Icesa City Campus y Lyceum, Educor está en el corazón del panorama educativo de la región.
Recientemente, el Sindicato de Trabajadores de Sudáfrica (Saftu) pidió al Departamento de Educación Superior y Formación que garantice el respeto de los derechos de los trabajadores tras la decisión de restablecer la licencia de registro del grupo de aprendizaje privado Educor. De hecho, el departamento había cancelado inicialmente el registro de Educar debido a que no había presentado estados financieros auditados desde 2020.
La reintegración de Educar estuvo motivada por consideraciones humanitarias, incluida la difícil situación de más de 13.000 estudiantes matriculados en instituciones de Educor que pueden haberse quedado sin una solución educativa. Esta medida tiene como objetivo minimizar la interrupción de la educación y las perspectivas futuras de los estudiantes actualmente matriculados.
A pesar de esta reinstalación, Saftu insistió en la necesidad de que Educor respete los derechos de los trabajadores y garantice la prestación de servicios educativos de manera eficiente. Han surgido preocupaciones sobre la administración fallida y el pago retrasado de salarios a los empleados, lo que exige mejores prácticas laborales dentro de las universidades de Educar.
Según la Ley de Educación Superior, las instituciones educativas privadas deben presentar estados financieros al departamento. Educor, como proveedor líder de educación privada en el sur de África, opera una amplia gama de establecimientos educativos, tanto nacionales como internacionales. Sin embargo, para garantizar el cumplimiento, Educar debe cumplir estrictamente con los requisitos de acreditación del Consejo de Educación Superior.
El entonces Ministro de Educación Superior, Blade Nzimande, había expresado su preocupación por las fallas de gobernanza y cumplimiento de Educor y le había concedido un plazo para concluir las revisiones en curso. A pesar de las críticas, el restablecimiento de Educar en determinadas condiciones demuestra la importancia de garantizar la continuidad de los estudios a los miles de estudiantes afectados.
Los esfuerzos de Saftu para promover prácticas justas en las universidades de Educar resaltan la importancia de proteger los derechos de los trabajadores. Más allá de las cuestiones económicas, la educación sigue siendo una prioridad para el futuro de la juventud sudafricana.
En conclusión, el caso Educar destaca los desafíos que enfrentan los proveedores de educación privada en materia de gobernanza, cumplimiento y protección de los trabajadores.. La reinstauración de Educar plantea interrogantes críticos sobre la responsabilidad de las partes interesadas en la educación ante los estudiantes, los trabajadores y la sociedad en su conjunto.