Al inicio del nuevo curso escolar, se observa una notable caída de los precios del material escolar en el mercado de Butembo, en la provincia de Kivu del Norte, en la República Democrática del Congo. Este descenso se explica en gran medida por el contexto de inseguridad que reina en las zonas fronterizas con el territorio de Lubero, ahora bajo la influencia de los grupos rebeldes M23 y ADF.
Los comerciantes, acostumbrados a vender sus productos en estas regiones ahora inaccesibles debido a los conflictos armados, se ven obligados a reducir los precios para vender sus existencias. Esta situación afecta especialmente a quienes no pudieron vender sus mercancías el año anterior, encontrándose con almacenes sobrecargados.
Por ejemplo, el precio de una caja de cuadernos que antes costaba entre 37 y 40 dólares, ahora ha bajado a 30 o incluso 32 dólares. Esta reducción de precio supone una pérdida sustancial para los vendedores, obligándoles a adaptarse a esta nueva situación para no perder a sus clientes.
Victorine Kavira, vendedora de material escolar en el mercado central de Butembo, expresa el dilema al que se enfrenta: «Tengo que vender cuadernos que compré a un precio más alto el año pasado. Ahora tengo que venderlos a un precio más bajo. Es una Para mí es una pérdida total. Esperábamos ganar, pero la realidad es muy diferente».
En este contexto precario, los comerciantes piden al gobierno que intervenga para restablecer la paz y permitir así un comercio más estable y próspero. Alemba Kiongolo destaca la importancia de la estabilidad para el desarrollo empresarial: «Si vivimos con miedo e inseguridad, ¿cómo podemos esperar vender nuestros productos en paz? Necesitamos el apoyo del gobierno para restablecer la paz y la seguridad en la región».
A pesar de la proximidad del inicio del año escolar, previsto en menos de una semana, el mercado de material escolar permanece bastante tranquilo, señal de que la frágil situación socioeconómica de la región tiene un impacto directo en las actividades comerciales. Con la esperanza de una rápida resolución de los conflictos y el retorno a la paz, los comerciantes siguen esperando días mejores para sus negocios y para toda la comunidad.