En el centro de las noticias recientes, el nombre de Amaka Patience Sunnberger desató una controversia viral después de que ella amenazara con envenenar a los nigerianos de la región suroeste (yorubas) y del estado de Edo (binis), alegando su “odio hacia los igbos”.
En una grabación de audio de un minuto y cincuenta segundos que se volvió viral, Sunnberger dijo que ya era hora de que los igbo respondieran a sus críticos, añadiendo que «los yorubas y los binis son inútiles para la sociedad».
Esta conversación, que supuestamente tuvo lugar durante una transmisión en vivo en TikTok, destaca los conflictos de supremacía y las guerras tribales en curso entre los jóvenes nigerianos en las redes sociales.
Algún tiempo después de que la grabación desatara un explosivo debate en las redes sociales, la presidenta de la Comisión de Nigerianos en la Diáspora (NiDCOM), Abike Dabiri-Erewa, hizo pública la foto de Sunnberger a través de su cuenta oficial. Esta última eliminó su cuenta de TikTok, mientras que los nigerianos en Canadá denunciaron sus comentarios a las autoridades pertinentes.
El incidente resalta una vez más la importancia de la responsabilidad individual en el uso de las redes sociales y resalta las nefastas consecuencias que el lenguaje de odio y discriminatorio puede tener en una comunidad que ya se enfrenta a profundas divisiones.
En última instancia, es esencial que los ciudadanos tomen conciencia del impacto de sus palabras y acciones en línea y que ayuden a promover un discurso constructivo y respetuoso. Al promover la tolerancia, el diálogo y el respeto mutuo, podemos avanzar hacia una sociedad más armoniosa e inclusiva para todos.