En un contexto marcado por la necesidad de proteger los bienes públicos y luchar contra la depredación de los bienes corporativos que llegan a comprometer el equilibrio económico del país, el ministro congoleño de Justicia y Guardia de Focas, Constant Mutamba, anunció un gran avance. . De hecho, en un reciente comunicado de prensa, anunció la firma de un decreto por parte del Primer Ministro destinado a garantizar la exención de embargo de los activos de las empresas públicas, de los establecimientos públicos y de los servicios públicos.
Esta medida, impulsada por la voluntad política del Jefe de Estado, tiene como objetivo poner fin a las prácticas abusivas de embargos inoportunos, a menudo motivados por intereses personales en detrimento del interés general. Al proteger la propiedad pública, el gobierno congoleño demuestra su determinación de garantizar la sostenibilidad y la buena gestión de los recursos nacionales.
Además, en un esfuerzo por promover la transparencia y luchar contra la corrupción, el Ministro de Justicia había dado anteriormente un ultimátum a las autoridades competentes para que declararan todos los bienes incautados y confiscados como parte de sus misiones. Este requisito demuestra la voluntad de las autoridades de controlar la malversación y el blanqueo de dinero, dos flagelos que socavan la economía y la confianza de los ciudadanos.
La creación de la COGEBISCO (Comisión de Gestión de Bienes Incautados y Confiscados) permitirá centralizar la información sobre los bienes incautados, garantizando así una mejor gestión de estos recursos. Los organismos públicos interesados deberán cumplir este requisito para garantizar una mayor eficacia en la lucha contra las prácticas perjudiciales para el interés general.
En definitiva, esta reforma constituye un importante paso adelante en la protección del patrimonio público y la preservación de los recursos nacionales. Refleja la voluntad política de fortalecer la gobernanza y garantizar el uso transparente y equitativo de los bienes públicos en beneficio de toda la población. De este modo, el Congo se dota de un instrumento esencial para garantizar la sostenibilidad de su desarrollo económico y social.