La tragedia de los desplazados de Bagata: llamado a la acción urgente

Fatshimetria

El inicio del año escolar el lunes 2 de septiembre dio un giro dramático para los desplazados que viven en las aulas del sector Manzasay, en el territorio de Bagata, en la República Democrática del Congo. Un reciente informe de evaluación rápida multisectorial realizado por OCHA y organizaciones humanitarias locales revela que hasta 5.225 personas desplazadas se encuentran actualmente ocupando cinco aulas de una escuela, debido a la falta de alojamiento adecuado. Estas personas desplazadas habían huido de la inseguridad tras las incursiones de milicianos de Mobondo en las aldeas de Parking y Kingalamatele en mayo pasado.

A pesar de los múltiples llamamientos de ayuda y de la intervención de organizaciones humanitarias, hasta el momento no se ha proporcionado ninguna ayuda concreta. El diputado nacional electo por Bagata, Garry Sakata, hace sonar la alarma e implora al gobierno que responda urgentemente para evitar que las personas desplazadas se queden sin hogar mientras la temporada de lluvias se avecina en el horizonte.

“Tendrán que abandonar las aulas que les proporcionaron refugio durante las vacaciones, lo que lamentablemente coincidirá con la llegada de la temporada de lluvias, agravando así su situación ya crítica. A pesar de las visitas de diferentes organizaciones, sólo se han hecho promesas en el aire. «Sin embargo, es responsabilidad del Estado cuidar de estos ciudadanos que se supone que debe proteger. No aceptaremos que el gobierno simplemente llore o cuente los muertos y se deben implementar medidas preventivas», advierte el diputado Garry Sakata. .

Según organizaciones humanitarias locales, en esta aldea de refugio se han reportado casos de embarazos entre niñas desplazadas. El deterioro de las condiciones de vida de las personas mayores y de los niños no hace más que aumentar.

El 15 de mayo, la aldea de Parking BRB fue atacada por milicianos de Mobondo, que instalaron barricadas allí. Ante esta situación, la población se levantó para poner fin a los abusos perpetrados por las milicias. Armados con rifles calibre 12, los milicianos abrieron fuego a quemarropa, causando la muerte de seis personas, entre ellas dos funcionarios locales, a saber, el director de ingresos locales de Kwilu y la jefa de enfermeras de una aldea vecina.

En este contexto de crisis humanitaria, es imperativo que se tomen medidas concretas e inmediatas para garantizar la seguridad y el bienestar de los desplazados de Bagata. El llamamiento lanzado por el diputado Garry Sakata no debe quedarse en letra muerta, es hora de actuar y brindar asistencia eficaz a estas poblaciones vulnerables en busca de protección y dignidad.

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