Fatshimetrie, 1 de septiembre de 2024 – En este día del 23º aniversario de la celebración de la medicina tradicional en África, la Unión Nacional de Curanderos Tradicionales del Congo hizo un conmovedor llamamiento a favor de la promoción y el reconocimiento de esta práctica milenaria. , Alto Katanga. Durante una ceremonia solemne que tuvo lugar en el Instituto de Educación Médica de la comuna de Kamalondo en Lubumbashi, los actores de la medicina tradicional recordaron el papel vital que desempeñan en las comunidades desde hace siglos.
En su elocuente discurso, el coordinador provincial del sindicato, Adelard Seya Bunda Bunda, abogó por la integración de la medicina tradicional en el moderno sistema de salud. Subrayó la importancia de garantizar una atención de salud de calidad a la población, reconociendo y valorando las prácticas tradicionales que han demostrado su eficacia a lo largo de los siglos.
La medicina tradicional, representada por nueve categorías profesionales que van desde el herbolario hasta el exorcista, desempeña un papel esencial en el tratamiento y la prevención de enfermedades. Adelard Seya pidió una colaboración más estrecha entre la medicina tradicional y la moderna, subrayando que los éxitos y desafíos de la primera conciernen a toda la sociedad.
El jefe de gabinete del Ministerio de Salud provincial, Richard Kabeke, dijo que la celebración de este día simboliza el reconocimiento de la importancia de la medicina tradicional en el patrimonio médico. Animó a los curanderos tradicionales a ejercer su profesión respetando las normas y reglamentos vigentes.
En esta oportunidad, el Sindicato Nacional de Curanderos Tradicionales entregó un diploma de excelencia al Ministerio de Salud provincial por su constante apoyo a la medicina tradicional. La colaboración entre las dos formas de medicina es esencial para garantizar una atención sanitaria integral y accesible para todos.
En última instancia, el Día de la Medicina Tradicional Africana es un recordatorio del rico y diverso patrimonio médico que debe preservarse y valorarse. La complementariedad entre la medicina tradicional y la moderna es la clave para garantizar una atención sanitaria de calidad y satisfacer las necesidades de toda la población.