El Programa Mundial de Alimentos (PMA) llevó a cabo recientemente una iniciativa encomiable al proporcionar asistencia financiera en efectivo a más de 46.700 personas desplazadas en los sitios de Ramogi y Zii, ubicados dentro de la jefatura de Mokambo, en el territorio de Mahagi, provincia de Ituri. Esta acción humanitaria, que tuvo lugar el 31 de agosto de 2024, fue un salvavidas para los beneficiarios en dificultades.
Cada hogar recibió una cantidad que oscilaba entre 39.000 y 100.000 francos congoleños (aproximadamente 35 dólares), dependiendo de su tamaño. Una valiosa ayuda financiera que les permitirá cubrir sus necesidades esenciales, en particular en materia de alimentación, salud y rehabilitación de sus hogares.
Los beneficiarios agradecidos elogiaron la generosidad del PMA y de sus socios locales, como el coordinador local de la sociedad civil, Grégoire Tumitho. Ven en esta ayuda financiera un rayo de esperanza para mejorar sus condiciones de vida y prepararse mejor para el regreso de sus hijos a la escuela.
Esta acción para distribuir dinero en efectivo, alimentos y productos no alimentarios es parte de una vasta campaña humanitaria lanzada en la región de Mokambo, supervisada por ONG asociadas como AJEDEC e INTERSOS, con un apoyo financiero crucial del PMA. Un proyecto que salva vidas y que tiene como objetivo aliviar a las poblaciones vulnerables que sufren las consecuencias de los conflictos armados y los desplazamientos forzados.
Cabe señalar que entre estos desplazados se encuentran supervivientes de los recientes ataques perpetrados por el grupo armado Zaire contra posiciones de las FARDC en Tchomia y Kasenyi Sabe. Esta ayuda también está destinada a apoyar a las familias indígenas de los grupos Musongwa, Arr y Ruvinga, que viven en condiciones precarias desde hace tres años tras los abusos de los milicianos de CODECO en el territorio de Djugu.
En estos tiempos de angustia e incertidumbre, la acción humanitaria del PMA es, por tanto, de capital importancia para estas comunidades afectadas por la violencia y la precariedad. Esperemos que esta ayuda financiera sea un primer paso hacia un futuro más estable y prometedor para estas poblaciones desplazadas, en busca de paz y seguridad.