Fatshimetrie: cómo el uso excesivo de su teléfono inteligente puede causar dolor y lesiones
El uso excesivo de teléfonos inteligentes se ha convertido en una práctica común en nuestra sociedad moderna. Sin embargo, pocas personas son conscientes de los efectos nocivos que este hábito puede tener en nuestra salud, especialmente en nuestras manos, muñecas y antebrazos. Un estudio extenso encontró que la forma en que sostiene el teléfono puede ejercer una presión no deseada sobre el nervio cubital, provocando dolor e incomodidad.
Simplemente sostener su teléfono con el meñique debajo y la muñeca doblada hacia adentro puede aumentar la presión sobre el nervio cubital que pasa por el antebrazo y la mano. Este exceso de presión puede provocar dolor, entumecimiento e incluso problemas musculoesqueléticos más graves a largo plazo.
Un estudio de 2017 incluso vinculó el uso prolongado de teléfonos inteligentes con una mayor probabilidad de desarrollar el síndrome del túnel carpiano, un trastorno doloroso que afecta la muñeca y la mano. Este síndrome suele ser causado por presiones repetidas en la muñeca, como ocurre con el uso prolongado de los teléfonos inteligentes.
Es fundamental ser consciente de los peligros potenciales asociados con el uso incorrecto y excesivo de los teléfonos inteligentes. Un estudio realizado por White y sus colegas encontró que el 54% de los usuarios frecuentes de teléfonos inteligentes experimentaron dolor musculoesquelético, mientras que el 12% de los usuarios menos intensos informaron un dolor similar.
Además, un estudio en el que participaron 48 estudiantes demostró que aquellos que pasaban más de nueve horas al día frente a sus dispositivos sufrían más dolores y molestias en las muñecas y las manos. Estas cifras resaltan la importancia de tomar medidas para evitar las lesiones causadas por el uso excesivo de teléfonos inteligentes.
Para evitar lesiones en las manos por el uso excesivo del teléfono, es fundamental mantener una posición neutra de la muñeca. Al adoptar buenas prácticas, como sostener el teléfono con un agarre más equilibrado y evitar posiciones incómodas, se puede reducir el riesgo de desarrollar problemas relacionados con el uso prolongado del teléfono inteligente.
En conclusión, es imperativo cuidar nuestra salud física mientras utilizamos los smartphones. Si somos conscientes de cómo sujetamos nuestros dispositivos y adoptamos buenos hábitos desde el principio, podemos prevenir posibles dolores y lesiones que podrían derivarse del uso excesivo de nuestros teléfonos inteligentes. Un poco de precaución puede marcar la diferencia a la hora de preservar nuestro bienestar a largo plazo.