Egipto adquirió recientemente dos nuevos aviones C-130J Super Hercules de la compañía aeroespacial estadounidense Lockheed Martin, lo que supone un importante paso adelante para la Fuerza Aérea Egipcia. Este país se convierte así en el país número 23 en sumarse a la comunidad de operadores de Super Hércules, fortaleciendo así su flota aérea.
Esta adquisición se produce tras una decisión del Departamento de Estado estadounidense de enero de 2022, que aprobó la venta de 12 aviones de transporte militar C-130J Super Hercules a Egipto, así como equipos relacionados, por un importe estimado de 2,2 mil millones de dólares. Una transacción destinada a fortalecer las capacidades de Egipto para hacer frente a amenazas actuales y futuras proporcionando apoyo logístico para el transporte de suministros, equipos y personal, y mejorando así su seguridad y sus capacidades de respuesta humanitaria.
Estos nuevos aviones harán una contribución vital a la seguridad fronteriza de Egipto, ayudando a contrarrestar las amenazas terroristas y responder rápidamente a los desafíos de seguridad interna. Además, se utilizarán para patrullaje marítimo y misiones de búsqueda y rescate, demostrando la versatilidad de capacidades que ofrece el C-130J Super Hercules.
Egipto, que actualmente opera una gama de modelos más antiguos del C-130, ve ahora su flota aérea fortalecida por estos avances tecnológicos, que le permitirán mejorar sus operaciones aéreas y aumentar sus capacidades militares y humanitarias.
La llegada de estos aviones de última generación marca una nueva era para la Fuerza Aérea Egipcia, fortaleciendo su posición como actor clave en la región y subrayando su compromiso con la seguridad y la estabilidad. Esta adquisición demuestra la cooperación internacional en materia de defensa y fortalece los lazos entre Egipto y Estados Unidos, dos países socios comprometidos con garantizar la paz y la seguridad en la región.
En conclusión, la adquisición por parte de Egipto del C-130J Super Hercules representa un paso significativo hacia la modernización y el fortalecimiento de las capacidades de su Fuerza Aérea, al tiempo que le permite responder eficazmente a los desafíos de seguridad actuales y futuros. Un importante paso adelante que subraya el compromiso de Egipto con la seguridad y la protección de su población, así como su contribución a la seguridad regional e internacional.