El reciente llamamiento de 1.000 organizaciones de la sociedad civil agrupadas en la Coalición de Organizaciones de la Sociedad Civil (COSC) para la reconstitución del equipo económico del presidente Bola Ahmed Tinubu revela una profunda preocupación por el estado actual de la economía nigeriana. A pesar de las recientes protestas contra el aumento de los precios del combustible y el deterioro de la situación económica que enfrentan los nigerianos, está claro que se deben tomar medidas urgentes para evitar una crisis más profunda.
El COSC subrayó en un comunicado oficial que las dificultades económicas actuales han puesto de relieve las supuestas deficiencias del equipo económico existente y pidió una revisión inmediata del mismo. Según el coordinador nacional del COSC, Mallam Ibrahim Mohammed, la población nigeriana sufre las consecuencias de una economía en crisis y la paciencia de los ciudadanos está llegando a su límite.
La fluctuación del tipo de cambio, el aumento de los precios del combustible y la creciente deuda de la Nigerian National Petroleum Company Limited (NNPCL) han sumido al país en una situación crítica. La deuda de más de 6.000 millones de dólares acumulada por NNPCL ha provocado una escasez de combustible en todo el país, y los proveedores internacionales se han vuelto cada vez más reacios a seguir suministrando combustible a crédito.
Las OSC exigen medidas inmediatas del gobierno para estabilizar el tipo de cambio, restablecer la confianza en la cadena de suministro de combustible y renegociar la deuda del NNPCL para garantizar un suministro constante de combustible. También exigen que los responsables de la mala gestión económica rindan cuentas y que se establezcan políticas financieras más sólidas para atraer inversión extranjera y estabilizar la economía.
En conclusión, el COSC advierte del continuo deterioro de la situación económica si no se toman medidas correctoras inmediatas. Es imperativo que el gobierno actúe con decisión y responsabilidad para revertir esta espiral descendente que está cobrando un alto precio a los ciudadanos. Es hora de que se adopten decisiones valientes para reactivar la economía nigeriana y aliviar el sufrimiento del pueblo.