Fatshimetrie – El estímulo y la solidaridad en el centro de la terrible experiencia
Dentro de la sociedad, las mujeres enfrentan muchos desafíos y presiones, entre las cuales la cuestión de la maternidad a menudo ocupa un lugar preponderante. En un mundo donde la fertilidad a veces se considera una norma social, las mujeres que tienen dificultades para concebir pueden sentirse incomprendidas, excluidas y, en ocasiones, incluso juzgadas. Es en este delicado contexto que Madame Betsy Obaseki, Primera Dama del estado de Edo, compartió recientemente su propia experiencia y envió un mensaje de aliento y optimismo a todas las mujeres que enfrentan la terrible experiencia de la esterilidad.
De hecho, durante una reunión virtual con mujeres de Edo que residen en el extranjero, Madame Obaseki reaccionó a los comentarios del senador Adams Oshiomhole sobre su infertilidad, ofreciendo palabras de consuelo a quienes se encuentran en una situación similar. Hizo hincapié en que no tener hijos no debería definir de ninguna manera el valor de una mujer. “Los niños llegarán en su momento”, afirmó, y pidió a las mujeres que mantengan la esperanza y no se dejen abatir por comentarios hirientes.
La Sra. Obaseki compartió su propio viaje marcado por dolorosos abortos espontáneos y pérdidas trágicas, al tiempo que nos recordó que la maternidad no es el único camino hacia la plenitud y la felicidad. Brindó consejos impregnados de sabiduría y perseverancia, enfatizando la fuerza y la fertilidad interior de toda mujer, independientemente de su condición materna.
A través de sus inspiradoras palabras, Madame Obaseki animó a las mujeres a mantenerse fuertes, apoyarse mutuamente y cultivar la gratitud por las múltiples bendiciones presentes en sus vidas. Llamó a reconocer el valor intrínseco de cada mujer, celebrar su fertilidad espiritual y alimentar su potencial de maternidad, cualquiera que sea su situación personal.
Para concluir, la señora Obaseki llamó a la responsabilidad e inclusión de las mujeres en el ámbito político y social, enfatizando la importancia de su representación equitativa y su contribución a la construcción de una sociedad más justa e igualitaria. Instó a los líderes a tomar en serio las cuestiones políticas y garantizar la participación activa de las mujeres en todos los niveles de toma de decisiones.
En definitiva, el testimonio de la señora Betsy Obaseki resuena como un homenaje a la resiliencia y la dignidad de las mujeres frente a la adversidad. Su mensaje de aliento y solidaridad ofrece una valiosa visión de la fuerza interior que impulsa a cada mujer, más allá de las normas y expectativas sociales. Cultivando la empatía, la amabilidad y el respeto mutuo, podemos crear un mundo donde cada mujer se sienta reconocida, valorada y apoyada, sea cual sea su camino de vida.