Historia conmovedora: la liberación de Saraya Silma después de una década tras las rejas

En el mundo de la justicia, las historias de redención y liberación son siempre momentos conmovedores y conmovedores. Con gran emoción Saraya Silma, de 60 años, finalmente recuperó su libertad después de pasar 10 largos años tras las rejas en el Centro Correccional Yolde-Pate en Yola. Esta mujer, visiblemente debilitada por una detención injusta, había sido acusada injustamente de brujería.

La liberación de Saraya Silma se produjo después de que el presidente del Tribunal Supremo del estado de Adamawa, el juez Hasfat Abdulrahaman, tomara la decisión de liberarla. Sensibilizado por la situación de Silma, el juez Abdulrahaman no sólo ordenó su liberación, sino que también le proporcionó la suma de 12.000 libras esterlinas para cubrir sus gastos de transporte a Camerún, su país de origen.

La medida es parte de un proceso de revisión más amplio emprendido por el Comité de Fianzas del Estado de Adamawa, presidido por el juez Abdulrahaman. De los 182 detenidos en prisión preventiva examinados, el comité puso en libertad a 32, concedió la libertad bajo fianza a 25 y dictó condenas para otros 37.

El Comité también dio lugar a sentencias reducidas en 13 casos. El Centro Correccional Yolde-Pate, con capacidad para 800 reclusos, cuenta actualmente con 886 personas, de las cuales 665 están en espera de juicio, 185 condenados, 10 cumplen cadena perpetua y 16 condenados a muerte.

Cabe señalar que los casos de asesinato, robo, homicidio y secuestro no fueron incluidos en el proceso de revisión. El juez Abdulrahaman alentó a los liberados a aprovechar la oportunidad que se les brinda para comenzar una nueva vida y una reforma personal.

Dominic David, hablando en nombre de los beneficiarios, expresó su profunda gratitud al Presidente del Tribunal Supremo Abdulrahaman y su equipo por sus esfuerzos. Elogió el importante impacto de su intervención, que condujo a la liberación de varios detenidos, entre ellos Silma, detenida injustamente durante una década.

Esta historia de liberación nos recuerda que la justicia tiene el poder no sólo de castigar, sino también de rehabilitar y devolver la esperanza a las personas. Saraya Silma finalmente podrá pasar página en este período oscuro de su vida y mirar hacia el futuro con optimismo.

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