En este trágico día, el Inspector General de la Policía, Sr. Kayode Egbetokun, ordenó a la Sección de Homicidios del Departamento de Investigación Criminal de la Policía de Abuja que lleve a cabo una investigación detallada y exhaustiva sobre el presunto asesinato de Qoyum Ishola, un estudiante de Kwara. Politécnico del Estado, Ilorin, el 4 de septiembre de 2024.
Los agentes involucrados en el desgarrador incidente fueron identificados como el inspector Abiodun Kayode, el inspector James Emmanuel y el sargento Oni Philip, asignados al Departamento de Operaciones, Comando Estatal de Kwara, y posteriormente fueron detenidos para ser investigados.
En un comunicado emitido por el portavoz de la policía, Sr. Muyiwa Adejobi, leemos: “El Inspector General de la Policía, profundamente entristecido por este desafortunado suceso que resultó en la pérdida de un joven nigeriano, expresa su más sentido pésame a la familia, amigos y compañeros del fallecido.
“Reconoce el profundo dolor y la pérdida causados por este desafortunado acto y asegura a la familia y al público que se hará justicia. »
Este caso pone de relieve una vez más los desafíos que enfrentan las instituciones encargadas de hacer cumplir la ley y la absoluta necesidad de una mayor transparencia y rendición de cuentas en el sistema de justicia. Es imperativo que se adopten medidas rigurosas para garantizar que este tipo de tragedias no vuelvan a ocurrir en el futuro.
Mientras los familiares y seres queridos del fallecido lamentan su prematura pérdida, es esencial que la verdad salga a la luz y que los responsables rindan cuentas. Una investigación exhaustiva e imparcial es esencial para restablecer la confianza del público en el sistema de justicia y garantizar que se haga justicia en este caso.
En este clima de dolor e ira, sigue existiendo la esperanza de que se arroje luz sobre este trágico asunto y de que se adopten medidas concretas para evitar que tragedias de este tipo se repitan en el futuro. Sólo una respuesta firme y transparente de las autoridades puede comenzar a calmar los corazones rotos y restaurar la confianza en el sistema de justicia nigeriano.