El mundo actual enfrenta desafíos sin precedentes, desde la crisis climática hasta la creciente desigualdad económica. En este contexto, la iniciativa de las Naciones Unidas de convocar una Cumbre del Futuro para los líderes mundiales es un paso importante hacia la construcción de un consenso internacional renovado.
Programada para los días 22 y 23 de septiembre, esta cumbre tiene como objetivo establecer un Pacto para el Futuro que incluya un Pacto Digital Mundial y una Declaración sobre las Generaciones Futuras. Demuestra la voluntad de los líderes mundiales y los países miembros de las Naciones Unidas de reconocer su responsabilidad ante los desafíos globales comunes y la necesidad de una cooperación internacional fortalecida para el futuro.
Se presta especial atención a la participación de los jóvenes en los foros de diálogo político para definir las prioridades de la cumbre y sus compromisos asociados. Se destacan las voces de las generaciones futuras, incluidas las que aún no han nacido, destacando la importancia de tener en cuenta las cuestiones de largo plazo vinculadas a los problemas globales actuales.
Es esencial garantizar soluciones duraderas en los esfuerzos por reformar y revitalizar el multilateralismo y las instituciones internacionales, a fin de mantener su relevancia y resiliencia frente a los cambios sistémicos en curso a nivel mundial.
Las proyecciones indican que la mayoría de las generaciones futuras provendrán del Sur Global y de las economías emergentes actuales, con poblaciones significativas en China, India y una cantidad significativa de jóvenes en el continente africano. Sin embargo, estas regiones también enfrentan desigualdades de desarrollo, con acceso limitado a la educación, la formación profesional y empleos decentes para las poblaciones jóvenes.
Por lo tanto, es imperativo que las iniciativas de reforma prioritarias creen espacios adecuados para una participación significativa de los jóvenes, garantizando al mismo tiempo la protección de sus derechos fundamentales y su inclusión en los procesos de toma de decisiones.
Para garantizar la responsabilidad intergeneracional a largo plazo, es necesario establecer mecanismos institucionales operativos y funcionales, utilizando herramientas de gobernanza prospectiva y anticipatoria para considerar futuros posibles y adaptar políticas y estrategias en consecuencia.
El pensamiento prospectivo y la gobernanza anticipatoria pueden ayudar a quienes toman decisiones a anticipar condiciones futuras, evaluar las implicaciones de sus acciones y planificar respuestas a corto, mediano y largo plazo. Estos enfoques promueven políticas y estrategias flexibles y adaptables, capaces de hacer frente a los cambios ambientales, tecnológicos y sociales..
En conclusión, la Cumbre del Futuro de las Naciones Unidas representa una oportunidad crucial para crear un nuevo consenso internacional y garantizar una mejor consideración de los intereses de las generaciones futuras. Ante los complejos desafíos de nuestro tiempo, existe una necesidad urgente de que los líderes mundiales se unan para garantizar un futuro sostenible y equitativo para todos.