*Fatshimetrie: ¿Destruirá al Labrador?*
Desde la reciente y devastadora inundación en Maiduguri, la gente de la ciudad y las comunidades circundantes han estado luchando en medio del caos. ActionAid Nigeria, en un comunicado el viernes, destacó que miles de víctimas siguen sin hogar, sin alimentos y sin servicios esenciales.
El subdirector de la organización, Suwaiba Dankabo, durante una conferencia de prensa en Abuya, acogió con satisfacción los esfuerzos de remediación del gobierno ante la catástrofe, pero subrayó que los afectados siguen privados de alojamiento, alimentos y servicios esenciales para su supervivencia.
Dankabo destacó la enorme escala del desastre de las inundaciones y pidió una acción unificada inmediata en los estados de Borno, Yobe y Adamawa, así como en todos los estados afectados de la región. Las comunidades que ya luchan contra la pobreza y el desplazamiento debido al conflicto, ahora enfrentan la carga adicional de las inundaciones.
Dijo: «Estamos siendo testigos de una intersección de problemas: inundaciones, pobreza, hambre. Sólo en Maiduguri, se han encontrado 37 cadáveres, hay 58 heridos graves, 389.267 personas desplazadas, 7.125 hogares afectados en nueve gobernaciones locales y 7.337 familias perdidas. su tierra, con más de 414.000 personas extremadamente afectadas, que buscan desesperadamente refugio, seguridad y esperanza.
“Más de 114.000 personas desplazadas se han visto directamente afectadas, muchos de sus refugios han sido destruidos y necesitan urgentemente instalaciones de lavado, saneamiento e higiene.
“Estas instalaciones ya se han visto desbordadas, dejando a la gente sin agua potable y saneamiento, las redes de carreteras y de transporte han sido destruidas, lo que dificulta aún más la entrega de la ayuda que tanto necesitan”.
Además, reveló que ActionAid Nigeria se encuentra actualmente sobre el terreno, trabajando con autoridades locales y socios internacionales para brindar ayuda inmediata mientras realiza evaluaciones rápidas, distribuye alimentos de emergencia, agua potable, kits de higiene y otros artículos esenciales a las comunidades afectadas.
Abogó por una acción centrada en la supervivencia, basada en las necesidades y sensible al género, y agregó que la distribución de artículos debe realizarse de manera respetuosa, preservando la dignidad de los afectados y sus derechos como seres humanos, garantizando al mismo tiempo la transparencia. la distribución del socorro.
“Las distribuciones de artículos deben realizarse de manera respetuosa, preservando la dignidad de los afectados y sus derechos como seres humanos. También debemos anticiparnos al riesgo de brotes de enfermedades.
“Como sabemos, las inundaciones promueven la propagación de enfermedades transmitidas por el agua. Se deben tomar medidas inmediatas para mitigar estas amenazas.. El acceso al agua potable, el saneamiento y los servicios de salud es crucial.
“No hay necesidad de desviar nada de lo que se pretende para estas personas en este momento crucial. No podemos pisotear los derechos de las personas desplazadas en las prisas por brindar ayuda.
“Cada paso de este proceso debe respetar su humanidad. También debemos trabajar en estrecha colaboración con organizaciones de la sociedad civil, organizaciones no gubernamentales y voluntarios creíbles y de base comunitaria para garantizar que la distribución de la ayuda no sólo sea eficaz sino también transparente, donde exista supervisión y control. La evaluación es crucial”, añadió.
El responsable humanitario de ActionAid Nigeria, David Habba, lamentó que el desbordamiento de la presa de Alau fue provocado por el hombre y podría haberse evitado si se hubieran tomado medidas proactivas.
Habba, que lamentó que el desastre se cobrara vidas y dejara a miles de personas sin hogar y desplazadas, acusó a los líderes de fallar a sus ciudadanos a pesar de los recursos disponibles para prevenir este desastre, incluyendo tecnología, habilidades, ciencia y recursos para poder mitigar la escala de destrucción y pérdida de vidas, añadiendo que el problema de las inundaciones en el noreste se ha convertido en una norma sin solución a la vista.
En el contexto actual en el que aumentan los desastres naturales y las crisis humanitarias, es vital que las autoridades locales e internacionales actúen de manera proactiva para prevenir y responder a tales emergencias, protegiendo así a los ciudadanos más vulnerables. El caso de las inundaciones de Maiduguri exige una respuesta rápida y bien coordinada que respete los derechos fundamentales de cada individuo afectado. Los esfuerzos conjuntos de las organizaciones humanitarias, los gobiernos locales y las comunidades locales son esenciales para apoyar a la población afectada en su recuperación y reconstrucción.