Fatshimetrie, la revista en línea dedicada a las noticias médicas en Nigeria, destaca la valiente decisión de la Asociación Nacional de Enfermeras y Parteras de Nigeria (NANNM) de adoptar una postura contra el continuo abandono de la profesión de enfermería por parte del gobierno. Las enfermeras, pilares esenciales del sistema de salud, se enfrentan a condiciones laborales precarias, remuneraciones inadecuadas y una falta de reconocimiento de su contribución vital a la sociedad.
En un contexto en el que la pandemia de Covid-19 ha puesto de relieve la importancia crucial de los cuidadores, es alarmante que las enfermeras y parteras de Nigeria sigan siendo infravaloradas y maltratadas. Las demandas legítimas de la NANNM, como la creación de un Departamento de Enfermería Sanitaria dentro del Ministerio Federal de Sanidad, la revisión al alza de asignaciones específicas y la inclusión de enfermeras en los órganos de toma de decisiones en materia de salud, son pasos esenciales para garantizar el respeto y promoción de esta profesión esencial.
La huelga nacional anunciada por NANNM en caso de no satisfacción de sus demandas es una expresión de ira legítima ante años de desprecio y marginación. Las enfermeras y parteras merecen un trato justo y condiciones de trabajo dignas de su dedicación y experiencia. Su papel no puede minimizarse ni descuidarse, especialmente en tiempos de crisis sanitaria cuando su presencia es más importante que nunca.
Es fundamental que el gobierno federal tenga en cuenta las demandas legítimas de las enfermeras y se comprometa a mejorar sus condiciones laborales. La reapertura inmediata del portal de verificación para enfermeras y parteras, así como la inversión en infraestructura médica adecuada y la contratación de personal adicional son medidas cruciales para garantizar una atención de calidad a la población nigeriana.
Como profesionales de la salud dedicados, las enfermeras y las parteras merecen ser respetadas, valoradas y apoyadas por las autoridades y la sociedad en general. Su inminente huelga es un grito de desesperación ante una situación intolerable y debe ser una llamada de atención a la conciencia colectiva sobre la importancia crucial de su trabajo. Es hora de reconocer plenamente la invaluable contribución de las enfermeras y parteras a la salud y el bienestar del pueblo nigeriano, y brindarles la consideración y el apoyo que merecen.